Día Mundial del Medioambiente

Vegalsa-Eroski, paradigma español de la circularidad de los plásticos

» Se convierte en la primera entidad en recibir el prestigioso certificado de AENOR en 
esta materia al tiempo que redobla su apuesta contra el desperdicio alimentario y energético

Vegalsa-Eroski y la asociación sin ánimo de lucro AMICOS impulsan su alianza por la educación ambiental con una jornada de recogida de basura en un arenal nigranés.

Vegalsa-Eroski y la asociación sin ánimo de lucro AMICOS impulsan su alianza por la educación ambiental con una jornada de recogida de basura en un arenal nigranés. / CEDIDA

B.C

Si no hacemos nada por evitarlo, para 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos. Datos como estos hablan por sí solos y el mundo ya se ha puesto manos a la obra para ponerles remedio. Reducir la contaminación se ha convertido en una de las prioridades indiscutibles de las instituciones gubernamentales. 

Si el Programa de la ONU para el Medioambiente (PUMA) ha escogido el lema #SinContaminacionPorPlásticos para este 2023, hoy celebramos el 50 aniversario del Día Mundial del Medioambiente con el foco puesto en el mismo objetivo: impulsar todas las estrategias que sean necesarias para reducir los residuos derivados de la producción y el uso de plásticos. 

Pero no solo las entidades públicas reman en este sentido y es que son muchas las empresas líderes del tejido empresarial internacional que saben que el cuidado del medio ha dejado de ser una opción para convertirse en un compromiso ineludible: no habrá viabilidad económica en el corto y medio plazo sin una clara apuesta por la sostenibilidad. 

Buena cuenta de ello dan las compañías españolas, entre las que encontramos casos paradigmáticos como el de la gallega especializada en distribución alimentaria Vegalsa-Eroski, que hace solo unos meses marcó un nuevo hito en este sentido al convertirse en la primera entidad en recibir el certificado de AENOR en Proyecto de Economía Circular de Plásticos.

Una prestigiosa certificación que reconoce su modelo de empresa sostenible. Basada en la regla de las 3R, la apuesta de Vegalsa-Eroski por reciclar el plástico de sus tiendas para reconvertirlo en bolsas deja cifras que, si algo demuestran, eso es que el cambio, más que posible, es ya una realidad. 

Solo en 2022, la compañía dio una segunda vida a más de 526.000 kilos de plástico, fabricó un total de 28.000.0000 bolsas con gran porcentaje de plástico reciclado que probviene de su proceso de Circularidad de Plástico e impulsó el uso de 205.800 unidades de bolsas 100% compostables para transportar la fruta y vegetales. 

Con todo, en Vegalsa-Eroski saben que hay que ir más allá y en este contexto protagonizan también una lucha clave contra el desperdicio alimentario. 

Con más de 704 toneladas de donaciones desde tienda y plataforma, y más de 4.500 toneladas salvadas gracias a ofertas de consumo rápido, Vegalsa-Eroski se encuentra así en la recta final del proceso de certificación de su Sistema de Gestión del Desperdicio Alimentario de la mano del líder mundial en inspección Bureau Veritas. 

En la misma línea, marca también el camino en logística y transporte, tal y como como avala la segunda Estrella Lean&Green concedida por la Asociación AECOC, que reconoce el esfuerzo de la compañía por reducir más de un 30% sus emisiones de CO2 y hacerlo, además, un año antes del plazo establecido. 

Una estrategia transversal en la que, por supuesto, no podían faltar las tiendas de la compañía, diseñadas en clave ecoeficiente y dotadas de medidas de eficiencia energética, tanto en iluminación como en climatización, lo que ha permitido a Vegalsa-Eroski bajar en un 35% el consumo energético de sus establecimientos, ahorrando 20 millones de kwh al año, y reduciendo la emisión de 7,8 millones de kg/CO2 al año.

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La Responsabilidad Social Empresarial es una constante en la trayectoria de Vegalsa-Eroski, con proyectos transversales en los que cultura, formación e inclusión se conjugan a la perfección con la apuesta por el cuidado del medioambiente. 

Que se lo pregunten, si no, a la alianza para la educación ambiental establecida entre la compañía gallega y la asociación sin ánimo de lucro AMICOS —para la atención e integración de personas con discapacidad intelectual, autismo, parálisis, daño cerebral y sus familias—. 

Una extraordinaria iniciativa que recientemente sumó un paso más de la mano de una una jornada de limpieza celebrada en la playa de A Madorra, de Nigrán, con más de 70 voluntarios que se dieron cita para compartir una día de convivencia y sumar fuerzas a la hora de combatir la basuraleza en los espacios marinos protegidos del entorno de las Rías Baixas.

También iniciativas como el concurso de relato corto escolar “Un árbol, una historia”, que cumple ya siete ediciones en los centros escolares gallegos, representan otro gran ejemplo de cómo colaborar con los agentes sociales y entidades educativas en la lucha por el clima. 

Una cita que, edición a edición, busca concienciar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar nuestro entorno y que lo hace con un premio que cada año entusiasma al alumnado ganador:nada más y nada menos que plantar por sí mismo árboles autóctonas en el entorno de su colegio en un acto que ya se ha convertido en toda una tradición tanto para la compañía como para el sector educativo local. 

“Son vuestras historias, que además darán nombre a los árboles, las que nos han traído hoy aquí y las que hacen posible este pequeño bosque literario”, felicitó recientemente Gabriela González, directora de Sostenibilidad y RSC de Vegalsa-Eroski, a los 80 alumnos de 5º e 6º de Primaria do C.E.I.P. Santiago de Oliveira de Ponteareas que vencieron este 2023.