¿Cómo y cuándo surgió su sentimiento deportivista?

Mi padre es socio desde hace muchísimos años, de hecho hoy es el socio número 20, y me llevaba al fútbol a Riazor desde los 4 años. Recuerdo vagamente ver jugar a Veloso, Lamelo, Montalvo... etc. Con más intensidad recuerdo a Manolete, Loureda, Domínguez, Beci... etc. Mi tío, hermano de mi padre, jugó en el Juvenil y en el Deportivo en los años 40 hasta una lesión grave. Muchos tíos y primos míos eran socios desde aquella época e incluso mi madre, poco futbolera pero muy deportivista, acabó siendo socia atraída por las hazañas del Súper Dépor de Bebeto.

¿Cuál es el mejor recuerdo que tiene de estos 110 años de historia del club, o cuál es el que mejor le transmitieron?

Muchísimos son los recuerdos buenos de títulos, Liga, centenariazo, ascensos, permanencias, partidos europeos. Muy difícil escoger solo uno. Si tuviera que destacar alguno de ellos, me quedaría con el ascenso con el gol de Beci al Rayo Vallecano, esa fotografía tantos años reconocida. Yo tenía 13 años, estaba en Especial de Niños y era un momento de muchos cambios en mi vida, los comienzos de la adolescencia. Tengo recuerdos inolvidables del prepartido, partido y pospartido. En cuanto a recuerdos que me transmitió mi padre, el cariño y admiración que sentía por Acuña y Chacho, dos grandes glorias del Deportivo que obviamente no vi en el terreno de juego.

¿Cómo se imagina al equipo y al club cuando cumpla 125 años?

Con la afición que tenemos y con la extensión del sentimiento blanquiazul veo a un Deportivo dentro de 15 años con muchísima salud, como un gran clásico de la primera división, como fue siendo grande y como es ahora, aún en un momento todavía bajo, pero esperanzador. Lo veo con apariciones frecuentes por Europa y por los primeros puestos de la tabla clasificatoria. Son deseos, por supuesto, pero nada descabellados y altamente viables.