En las fechas de la llegada de LA OPINIÓN, en 2000, Inditex preparaba su salida a Bolsa. La multinacional coruñesa tenía entonces 937 tiendas, 600 en España y daba trabajo a 14.000 personas. Y sus ventas sumaban 1.600 millones de euros al año. Su llegada al parqué en mayo de 2001 inaugura un boom de revalorización que no dejará de crecer hasta hoy. El valor de la empresa fundada por Amancio Ortega se fija entonces en cerca de 10.000 millones de euros. Hoy, ese valor se ha multiplicado hasta los 93.000 millones y solo sus ventas son de 9.400 millones, lo que valía toda la compañía cuando salió a Bolsa. Gestiona 6.700 tiendas en los cinco continentes y emplea a 137.000 profesionales, más de 3.500 en el polígono de Sabón.

Cifras que abruman a cualquier mortal. La capacidad de asombro de los gurús de la economía mundial ante el milagro Inditex, la gran locomotora económica coruñesa, gallega y española, parece no tener límite. Apenas seis empresas en la zona euro compiten en valor bursátil con Inditex y solo dos en España se han acercado en el pasado a esos niveles de revalorización, Banco Santander y Telefónica, ahora por debajo de la multinacional coruñesa en el Ibex 35.

Inditex ha sido en estos durísimos años la única de las grandes empresas españolas que ha conseguido sortear la crisis con continuos y espectaculares aumentos de ventas, beneficios y capitalización. Un modelo del que toman nota en las principales escuelas de negocios del mundo. El empuje de la multinacional coruñesa es también indirectamente la razón del encumbramiento de Amancio Ortega como la segunda mayor fortuna personal del mundo, según reconoció Forbes recientemente, a solo 8.500 millones de Bill Gates.

La crisis no puede ser una excusa para no crecer, proclamó en la inauguración del flamante Zara de Nueva York el presidente de Inditex, Pablo Isla, que llevó a la firma coruñesa a la pole position mundial tras el relevo en su cúpula en 2006. Ese mismo principio ha guiado los pasos de otras dos locomotoras coruñess: Gadisa e Hijos de Rivera.

Gadisa, alcanzará este año los mil millones de negocio, un 2% más que en el ejercicio anterior. Es la misma proporción en la que incrementó su plantilla, que suma ya los 6.463 empleados tras haber creado 133 puestos de trabajo directos. La cadena líder de supermercados en el noroeste de España enlaza cuatro años consecutivos de crecimiento, tanto en la cifra de negocios, como en empleo y superficie comercial.

Hijos de Rivera, por su parte, acaba de volver a batir su récord de producción, ventas y beneficio con avances de dos dígitos en todas las magnitudes y prepara ya una nueva y definitiva ampliación en su fábrica de A Grela „la tercera del último lustro„ para llegar a un tope de capacidad de producción de 300 millones de litros de cerveza. La compañía que produce Estrella Galicia cerró el pasado ejercicio con un beneficio de 79 millones de euros, que supera en un 19% el resultado de 2013 y en un 50% el obtenido en 2009, al inicio de la crisis. La facturación fue de 280 millones de euros, un 22% más que en 2013 y un 69% por encima de lo logrado cinco años atrás. El año pasado estrenó la primera producción fuera de

A Grela: una alianza para abastecer el mercado de Sao Paulo con Estrella Galicia do Brasil.

Hijos de Rivera y Gadisa comparten con Inditex, al margen de la colosal diferencia económica, una sólida visión empresarial basada en el ADN gallego del esfuerzo que con su éxito y crecimiento en plena crisis da un ejemplar contrapunto al desplome de la engreída generación de la especulación inmobiliaria y el enriquecimiento fácil que ha dejado a este país y a esta ciudad al pie de los caballos.