Juan Carlos I de Borbón, bautizado como Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, nació el 5 de enero de 1938 en Roma, donde vivían sus padres -Don Juan de Borbón y Battenberg y Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleáns-, después de que la Familia Real se exiliara de España al proclamarse la segunda República.

Pese a haber nacido en Italia, 'Juanito', como se le conocía coloquialmente para diferenciarlo de su progenitor, recibió una formación fundamentalmente española por deseo de su padre. Pisó suelo español por primera vez en 1948 tras una entrevista entre Franco y Don Juan para que cursara allí sus estudios.

Don Juan Carlos tenía entonces diez años y llegó a España en plena dictadura franquista junto a su hermano menor Alfonso (quien moriría en un desgraciado accidente con un arma en 1956) procedente de Portugal, donde trasladaron su residencia los Condes de Barcelona, y tras una etapa internado en el colegio de los Marianistas de Friburgo (Suiza).

Cursó Bachillerato en el Instituto San Isidro (Madrid) y posteriormente recibió formación militar en las escuelas y academias militares de los tres ejércitos (Academia General Militar de Zaragoza, Escuela Naval Militar de Marín en Pontevedra y Academia General del Aire de San Javier en Murcia), obteniendo el grado de Oficial. Completó su formación en la Universidad Complutense de Madrid, donde cursó estudios de Derecho Político e Internacional, Economía y Hacienda Pública.

Boda con Sofía y acceso al trono

Don Juan Carlos conoció a la Princesa Sofía de Grecia, hija de los reyes Pablo I y Federica, en la boda de los duques de Kent el 8 de junio de 1961. Pocos meses más tarde, el 14 de mayo del año siguiente, se casaron en Atenas por los ritos ortodoxo y católico.

Pese a las reticencias iniciales de Don Juan de Borbón, la pareja fijó su residencia en el Palacio de la Zarzuela a principios de 1963. Ese mismo año nacía su primera hija, la Infanta Elena. En 1965, Doña Sofía dio a luz a la Infanta Cristina y tres años más tarde nacería el Príncipe Felipe, heredero al trono.

Fue designado sucesor a la Jefatura del Estado en 1969 en virtud de la Ley de Sucesión de 1947. Las no muy cordiales relaciones entre su padre y Francisco Franco provocaron un salto en la línea sucesoria y el nombramiento de Juan Carlos como Príncipe de España.

Tras la muerte del dictador, Don Juan Carlos fue proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975 y exaltado al trono el 27 de ese mismo mes. En su primer mensaje a la nación en las Cortes prometió restablecer la democracia y ser el Rey de todos los españoles, sin excepción.

El Conde de Barcelona renunció oficialmente a sus derechos dinásticos históricos y a la jefatura de la Casa Real en mayo de 1977 en la persona de su hijo. Arrancaba entonces la transición hacia la democracia, papel que correspondía a la Corona.

Un mes más tarde se celebraron las primeras elecciones democráticas desde 1936, y el nuevo Parlamento elaboró la actual Constitución, aprobada por referéndum el 6 de diciembre de 1978 y sancionada por el Rey en las Cortes Generales del 27 del mismo mes y año.

La Constitución establece como forma política del Estado la Monarquía parlamentaria, lo que significa que se suprime toda participación política de la Corona. Al Rey le corresponde el mando supremo de las Fuerzas Armadas y tiene la responsabilidad de arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones.

Golpe de Estado y últimos años

Uno de los momentos claves del reinado de Juan Carlos I fue el golpe de estado del 23 de febrero de 1981 por parte del teniente coronel Antonio Tejero. Su intervención en televisión desautorizando el golpe y exigiendo el mantenimiento del orden constitucional contribuyó a consolidar la Monarquía en España.

En los últimos años, el Rey ha tenido que hacer frente a varios problemas de salud y otros asuntos que han empañado la imagen de la Monarquía. Por un lado, la imputación de su yerno Iñaki Urdangarin y de su hija la Infanta Cristina por sus negocios en el Instituto Nóos.

Otro momento embarazoso que acabó convirtiéndose en histórico fue su accidente en Botsuana, donde estaba de caza en uno de los momentos más críticos de la economía española. Don Juan Carlos, quien se rompió la cadera, pidió perdón públicamente a la sociedad española tras salir del hospital.