Cuando un esquiador ya se aguanta perfectamente sobre los esquís y se desliza pista abajo con algo de soltura tiene que dejar progresivamente la cuña para integrar la técnica del paralelo. El esquí es un deporte muy técnico y aunque se puede aprender por imitación no suele ser suficiente, por lo que invertir en unas clases de perfeccionamiento pueden ser la mejor manera de no adquirir malos gestos y consolidar los pasos del paralelo.

Y si ya sabes esquiar en paralelo, ¿cómo puedes mejorar tu técnica? Estos cinco consejos te ayudarán a perfeccionar tu estilo a la hora de esquiar.

Estar en buena forma física

Parece algo obvio, pero es un punto clave para poder mejorar la técnica. En los últimos años la tecnología ha permitido mejorar el material de esquí y facilitar el deslizamiento y la comodidad. Sin embargo, esto también supone que sea necesaria una mejor forma física y una mayor fuerza para controlar los esquís.

Posición natural

La postura a adoptar debe ser sencilla y natural, mantén tus pies y piernas en línea recta con tus caderas. Es habitual separar mucho los pies al comenzar a esquiar, prestar atención a la postura ayudará a que tengas mayor estabilidad y control. Para mantener el equilibrio también es importante que flexiones tus rodillas y que controles el centro de gravedad. Cuando estás parado el centro de gravedad de tu cuerpo se sitúa a la altura de tu ombligo, pero cuando esquías varía ligeramente. Por lo tanto, cuando te deslices por una pendiente, debes controlar la posición para que sea la misma y puedas mantener la estabilidad.

Las manos hacia adelante

Muchas personas no saben qué hacer con las manos mientras esquían. Hace años los esquiadores cada vez que giraban clavaban el bastón, pero hoy en día no es necesario gracias al nuevo material. La mejor opción es estirar las manos hacia adelante con una ligera flexión de codos. La altura ideal para mantener el equilibrio es aquella en la que puedes ver tus manos sin tener que bajar la cabeza mientras esquías.

Relajación al final de la curva

Para absorber la fuerza que genera una pendiente es aconsejable relajar progresivamente las piernas, alcanzando así un movimiento mucho más fluido.

Clava el bastón

Clavar el bastón a la máxima pendiente permite esquiar un poco adelantado y dirigir mejor el cuerpo hacia la siguiente curva.