En el medievo no existían la prima de riesgo ni los rescates. Los comerciantes iban a sus puestos y vendían sus productos. Eso fue lo que hicieron este año los artesanos que participaron en la Feira das Marabillas, que terminó ayer. Ajenos a los vaivenes de la economía, se enfundaron sus trajes, disfrazaron sus puestos y exhibieron sus artículos. Así, consiguieron que los 200.000 visitantes que recorrieron la feria olvidasen la crisis.

Así lo asegura el presidente de la asociación de los dueños de los negocios de la Ciudad Vieja, Adolfo López. “Tuvimos poco tiempo, pero salió todo bien. Nadie perdió dinero y, más o menos, se vendió lo mismo que otros años”, afirma. López señala que los puestos de alimentación incrementaron “un poco” sus ganancias porque los visitantes acudieron a última hora de la tarde. Los artesanos notaron el descenso de público por las mañanas, que disminuyó sus ventas.

El BNG critica al alcalde por su “falta de previsión” ante las fiestas

Denuncia que el Concello aún no ha distribuido el programa de los festejos

El BNG critica al Gobierno local por su “falta de previsión” que ha provocado, asegura, que la ciudadanía aún no disponga del programa de las fiestas que, considera, ya debería de estar distribuido.

Los nacionalistas denuncian que el Ejecutivo municipal destina a los festejos de la ciudad el mismo presupuesto que en años anteriores a pesar del complicado momento económico por el que atraviesa el país. Sostienen que es una “insensatez” que el Concello haya recortado, a través de una modificación de crédito, 120.000 euros a la partida destinada al Plan de dinamización del comercio para desviar estos fondos al Instituto Municipal Coruña Espectáculos para las fiestas.