La grúa de grandes dimensiones colocada en María Pita anunciaba que en la plaza iba a suceder algo a varios metros de altura sobre el suelo. Los músicos del grupo anglo-argentino Duchamp Pilot sobre el escenario, que la música estaría presente en el espectáculo. Primero, una gran tela blanca circular sobrevoló el espacio, y se podía intuir ya que los acróbatas se escondían en sus interior, luchando por salir del artefacto. Minutos después, los trece actores ataviados con luces en sus manos y vestidos con monos blancos y negros planeaban colgados de un gigantesco móvil de colores, evocando al sistema solar.

Voala Project asombró a los miles de espectadores congregados ayer en María Pita a base de movimientos acrobáticos a 30 metros de altura, en un diálogo de tú a tú de los bailarines con la torre del reloj del Palacio Municipal, y también con la música rock que sonaba desde el escenario y que ofrecía mayor dramatismo a las coreografías de los protagonistas del espectáculo, inspiradas en bailes acuáticos y paracaidismo.

Tras pasar por los Juegos Olímpicos de Londres, la compañía argentina dejó buen sabor de boca a los impresionados asistentes al espectáculo Muaré.