Mika es sinónimo de espectáculo. Al de Beirut le gusta el público, le gusta que le aplaudan, que sus fans sigan cantando cuando él ha dejado de hacerlo y le gusta gustar a los que tiene enfrente.

El artista internacional, el reclamo de las fiestas de María Pita, salió ayer al escenario de la playa de Riazor, donde los focos de luz apuntaban hacia el cielo y se entrecruzaban, pasadas 23.30 horas, después de las bandas One y PlusLottus, para inaugurar la que es ya la edición número 25 del festival Noroeste Pop Rock. Congregó a más 25.000 espectadores en una noche en la que todo invitaba a estar en la calle, en la arena, al lado del mar y escuchando en directo los temas que, hasta ahora, los coruñeses solo habían oído por la radio o con los cascos enchufados al ordenador.

Es enérgico y flaquito. Nada más salir, con banderitas sobre el escenario, pide al público que grite. Salta, baila, le cede su micrófono a sus fans y, de vez en cuando, cuando se lo pide la melodía, adorna sus temas con notas muy agudas, la marca de la casa, como el buen rollo que pregona y que pretende y logra esparcir por el público que le escucha.

Con el segundo tema, Relax, Take It Easy, bailó sobre un piano, y la playa se creció. Antes de la tercera canción, y con el recinto repleto de móviles que enfocaban al de Beirut, se dirigió a los asistentes. "Buenas noches A Coruña, mi español es una mierda, pero voy a intentar hacer este concierto sin hablar nada de inglés", exclamó. Para, a continuación, proponer un juego al público, que su función era responderle cantando. "En Madrid gritaron un poco más fuerte; y, en Vigo, también", gritó. El revulsivo funcionó. Y Riazor rugió.

Cuando Mika cantó la letra de su canción Rain, esa que en su estribillo dice Odio los días como este, estaba claro que no se refería al de ayer, porque se lo pasó bien, se entregó al público como sus fans se lo dieron todo a él y se fue de la playa, dejándola huérfana de sus saltos, de su energía y de su buenas vibraciones. Esta noche se cerrará el festival, con la actuación de Wolrus, Escuchando Elefantes, Leiva, Iván Ferreiro y el coruñés Xoel López.