El rejoneador navarro Roberto Armendáriz participará hoy en una corrida en la que comparte cartel con su ídolo e inspiración, Pablo Hermoso de Mendoza, y con la amazona Noelia Mota. Armendáriz, que dice sentirse jinete y torero por igual, espera brindar a los aficionados coruñeses una gran actuación a lomos de sus caballos.

-¿Cómo afronta usted su primera actuación en A Coruña?

-La verdad es que me hace mucha ilusión porque nunca había subido por allí. Fui hace años a Padrón, pero en la plaza de A Coruña nunca he estado. Cuando me lo comentó el apoderado, fue muy ilusionante. El cartel, además, es muy bonito, con Pablo Hermoso de Mendoza y Noelia Mota. Intentaré que la gente se quede con buen sabor de boca.

-El rejoneo recupera protagonismo en la feria con una corrida entera de rejones. ¿Qué cree que aporta el rejoneo frente al toreo a pie?

-Son dos cosas distintas que no se pueden comparar. Creo que el toreo a caballo, hoy en día, tiene más reconocimiento. A veces, va más gente a las corridas de rejones que a las de a pie, no sé por qué. Quizás sea porque hay mucha afición al caballo. El rejoneo ha cogido protagonismo en los últimos años.

-Un rejoneador, además de cuidarse como torero, debe cuidar a sus caballos.

-El día a día consiste en estar las 24 horas pensando en los caballos, trabajando y conviviendo con ellos. Los caballos, como las personas, tienen días buenos y días malos. Hay que estar pendientes de ellos, tenerlos preparados físicamente y conseguir que ellos también disfruten con lo que hacen.

-¿Se considera usted más jinete o torero?

-Las dos cosas. Yo me considero muy torero y, por supuesto, jinete. Mi pasión son los dos animales. Paso más horas con los caballos, pero también siento el toro muy dentro.

-¿En qué rejoneador se fijó cuando empezaba para tomar ejemplo?

-Mi espejo ha sido siempre Pablo Hermoso de Mendoza. Él ha sido quien más me ha llegado, como torero y como jinete. Ha demostrado que es el número uno de muchos tiempos. Tuve además la suerte de poder aprender con él y nos une una gran amistad.

-Los rejoneadores también saben torear a pie.

-Hay muchas similitudes entre el torero a caballo y el toreo a pie, sobre todo en lo referente a la querencia de los toros. El toque con el caballo debe ser lo más parecido posible al toque con la muleta. A mí me encanta torear a pie. Casi todos los rejoneadores torean algo a pie.

-¿Cuál fue el momento más glorioso de su carrera y el momento más difícil?

-Mis momentos más bonitos han sido las puertas grandes de Pamplona, porque es mi tierra. Uno de los peores momentos de mi vida taurina fue también en Pamplona, el día que debuté en la novillada, porque me salió todo al revés. En lo personal, el momento más duro fue el de la muerte de mi padre, que siempre me había apoyado mucho, el año pasado.