Las medidas de distanciamiento obligatorias derivadas de la crisis sanitaria del Covid-19 han obligado a introducir una serie de cambios en la organización de las pruebas ABAU, fechadas en Galicia para los días 7, 8 y 9 de juliopruebas ABAUGalicia7, 8 y 9 de julio. La Universidade da Coruña (UDC) ha decidido, con este propósito, ampliar las comisiones o sedes en las que se realizan habitualmente las pruebas, que pasarán de ser seis facultades a un total de diez en los campus de A Coruña y Ferrol, dependientes ambos de la UDC.

Una circunstancia para la que, desde la Comisión Universitaria de Galicia, (CIUG) entidad que se encarga de la organización de las pruebas, llevan preparándose desde hace meses, conscientes de la situación de excepcionalidad que caracterizará la realización de los exámenes de este año. "Tuvimos que anticiparnos, fuimos adaptando el protocolo conforme se fue flexibilizando la situación", explica el vicepresidente de la CIUG, Pedro Armas.

En el caso del campus de Elviña, los exámenes de Selectividad se emplazaron tradicionalmente en las facultades de Informática, Económicas y Caminos. En esta convocatoria de julio de 2020, la facultad de Derecho y la de Ciencias de la Educación se habilitarán también para la celebración de las pruebas. En el campus de A Zapateira, donde hasta ahora la de Filoloxía era la única sede disponible, se incorporará la facultad de Ciencias a las nuevas comisiones.

En el caso de Ferrol, a la Escuela Politécnica Superior y la Escuela Universitaria Politécnica, situada en Serantes, se une este año la comisión de Humanidades-Enfermería. El alumnado estará, en todos los casos, distribuido en las clases de forma que se mantengan los dos metros de distancia entre los puestos y se aprovecharán, cuando sea posible, las aulas de dimensiones mayores. "Decidimos que la distribución será de un alumno por fila, separado por tres pupitres del siguiente. En la fila de atrás, irán escalonados para ganar espacio", relata Pedro Armas.

A diferencia de otras universidades, como la de Vigo, que incorporará a las comisiones ya existentes instalaciones de otro carácter, como pabellones, cafeterías y comedores fuera de los lindes del campus, la UDC ha decidido mantener las pruebas ABAU dentro de los recintos universitarios.

"El campus de Vigo es un poco singular en su configuración. Para evitar un desplazamiento masivo optamos por acercar algunas comisiones a ciudades cercanas, como Porriño, Ponteareas o Tui, para lo que se habilitarán instalaciones de institutos o recintos feriales", señala Armas. "En A Coruña no hizo falta optar por esta solución. Así mantenemos los exámenes en el recinto universitario; a los estudiantes les gusta ir al campus, es el primer examen de la Universidad que realizan", añade.

PERSONAL EXTRA

La CIUG ha optado, además, por multiplicar el personal presente en las pruebas, con el fin de disipar posibles aglomeraciones o controlar los accesos y las salidas del recinto. De este modo, el número de vigilantes o "vocales" presentes en cada comisión aumentará hasta casi el doble con respecto a años anteriores, pasando, en algunos casos, de 10 a 26 vigilantes por centro. "Va a haber pocos alumnos en aulas pequeñas, y en las aulas grandes estarán muy distanciados. En las aulas pequeñas habrá un vocal para 15 alumnos", expone el responsable de la CIUG.

Además, se aumentará el número de vocales "volantes", encargados de controlar el aforo en pasillos y contorno del centro, una labor para la que se contará con el apoyo de la Policía Local y de Protección Civil, quienes "realizarán una labor de vigilancia externa y estarán pendientes del entorno", añade Pedro Armas. Como medida de prevención, las cafeterías de los centros permanecerán cerradas, ya que constituyen "un foco de aglomeración imposible de controlar", y no será posible permanecer en pasillos o zonas comunes.

Los circuitos de acceso y salida estarán programados para que la entrada se realice de forma ordenada, de forma que se asegure el cumplimiento de las medidas de distanciamiento, una norma que cada centro adaptará a su propia morfología. "En ocasiones se entrará en intervalos diferentes, por una u otra puerta o por plantas distintas. Al finalizar la prueba, los alumnos podrán abandonar el centro, pero no permanecer en el interior", relata Armas.

Este año, el número de alumnos matriculados en las pruebas ABAU ha aumentado con respecto a años anteriores. Serán alrededor de 3.000 los estudiantes que se examinen en los campus de A Coruña, mientras que en Ferrol concurrirán a la prueba un total de 990 alumnos. "Este año hemos tenido más aprobados en bachillerato, y se presentan más alumnos que van a subir nota con respecto al año pasado", explica Pedro Armas.

Especialmente relevante será en la convocatoria de este año el papel de los representantes de cada centro, que formarán parte activa del personal encargado de la organización del alumnado en las pruebas. "Es importante que nos ayuden con el circuito de acceso, en la formación de colas escalonadas, y en la identificación de los alumnos, que entrarán a las aulas con mascarilla", añade Armas. Además, serán los encargados, si se diera el caso, de acompañar en aulas separadas a los estudiantes que puedan presentar síntomas compatibles con el coronavirus.

En las pruebas ABAU 2020 en A Coruña, además, ha aumentado hasta 50 el número de alumnos con necesidades especiales que concurren a la prueba, que realizarán en un aula específica de la facultad de Económicas bajo unas condiciones adaptadas a su situación. "Se trata de alumnos con TDAH, asperger, dislexia o algún tipo de síndrome. Se les da más tiempo para la realización de los exámenes, y a esas aulas procuramos enviar a personas veteranas y con experiencia con alumnado con necesidades especiales", explica el vicepresidente de la CIUG. "Este año ha habido más informes, el número de solicitudes de este tipo es bastante superior al de otros años, que rondaba los 15 estudiantes", añade.

El uso de la mascarilla será obligatorio para todos los concurrentes a las pruebas ABAU de este año. Además, la CIUG recomienda a los estudiantes que lleven consigo botes de gel hidroalcohólico, aunque las aulas estarán dotadas de dispensadores a disposición de alumnos y profesores. En cada una de las aulas habrá, además, bolígrafos de repuesto para que los alumnos que así lo precisen no se vean en la obligación de compartirlos entre compañeros, minimizando así el contacto. Los estudiantes deberán llevar su propia comida en cada jornada, ya que las cafeterías de los centros permanecerán cerradas. Al contrario de la norma fijada para años anteriores, que obligaba a los alumnos a depositar los bolsos y mochilas juntas al fondo de las aulas durante la realización de las pruebas, este año cada estudiante deberá hacerse responsable de sus efectos personales, que conservarán consigo en cada uno de los exámenes. Con el fin de aligerar la presencia de estudiantes en los centros cada día, el calendario de las pruebas se ha modificado, de forma que los exámenes de las materias troncales, que el alumnado realizaba tradicionalmente el primer día, se repartirán este año en las primeras horas de los días 7 y 8.