La decisión del Gobierno de aumentar el IVA afectará especialmente a las compras de alimentos y artículos de uso habitual. En la anterior subida del IVA, aplicada por el Gobierno de Zapatero en 2010, los españoles nos inclinamos por la compra de productos de marcas blancas. Ahora es más que probable que muchos usuarios dejen de comprar según qué productos reduciendo la cesta de la compra considerablemente pero con productos más duraderos.

Esta reducción en el consumo supondría un menor ingreso en las empresas lo que puede llevarlas a despidos o cierres y, por lo tanto, España registraría un nuevo aumento en el número de parados.

El IVA es un tipo de impuesto que grava por igual a todos los ciudadanos lo que supone que esta subida afectará especialmente a los colectivos con menos ingresos, entre ellos, los más de 18 millones de mileuristas. Además, dejarán de poder acceder a ciertos productos y para el resto tendrán que destinar un mayor importe, por lo que su posibilidad de ahorro queda completamente reducida.

Según los expertos, la subida del IVA reducirá el consumo y nada hace prever que haga que se incremente la recaudación. Algunos economistas advierten, además, de que la situación económica empeorará, con lo que el Estado ingresará menos. Tras la anterior subida del IVA aprobada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero bajó la recaudación, ya sea porque el bajón de la economía era más grande que la subida de impuestos o porque este alza impositiva arrastró hacia abajo el consumo.

La recaudación por este tributo hasta el pasado mes de mayo se desplomó un 10 %, lo que supone enormes dificultades para reducir el déficit, por más que Bruselas haya accedido a prolongar un año, hasta 2014, el cumplimiento del objetivo del 3% del PIB.