La primera cita alpina del Tour 2017 tendrá este miércoles, algunos de los puertos clásicos de la carrera, aunque la meta está situada en Serre Chevalier, en el descenso del Galibier.

Los 28 kilómetros de bajada que restarán tras coronar el Galibier, la cima más alta de este Tour de Francia, serán claves para determinar el ganador de la etapa. Y también para clarificar una general muy apretada, aunque antes la etapa que comienza en La Mure cuenta con hasta tres plataformas de ataque.

La etapa, que tiene 183 kilómetros, prácticamente no ofrece llanos. La subida de entrada a Ornon, de segunda categoría, no es más que el aperitivo de una jornada de alta montaña, que de forma habitual se desarrollará por encima de los 2.000 metros.

La Croix de Fer y sus largas y tendidas pendientes, el Télégraphe, más corto y nervioso y, sobre todo, el Galibier, con sus 11,7 kilómetros al 6,9 % de pendiente media forjarán la etapa. Es más que probable que la general sufra modificaciones importantes en vísperas de la llegada al Izoard, punto fuerte del recorrido alpino.