Luis Enrique cogió las riendas de la selección en un segundo ciclo en septiembre del 2020. El asturiano decidió rejuvenecer el equipo y recalcar unos conceptos futbolísticos con las vistas puestas en la Eurocopa. La Liga de Naciones fue el marco perfecto para competir y empezar a rodarse y llegado el gran torneo de selecciones, es el momento de ejecutar el plan.

España jugó tal y como quiere el seleccionador en el partido del debut ante Suecia. Posesión, jugar en campo contrario y presión alta tras pérdidas son tres de sus ideas principales. La base es un juego de ataque total, con mucho fútbol por la banda para dar amplitud y encontrar espacios por dentro.

La roja no ganó frente a los suecos únicamente por la falta de finura en los metros finales. El resto del trabajo fue el planificado, por lo que Luis Enrique no cambiará ni un ápice frente a Polonia. La roja se está preparando para encontrarse probablemente de nuevo a un equipo replegado atrás, que deje pocas vías de penetración. Este escenario llevaría a un partido similar frente a Suecia en el que, aparte del gol, hay poco que mejorar. Si acaso, la circulación de la pelota de lado a lado puede ser un poco más rápida. En este sentido, Thiago podría entrar en el once para dar mayor fluidez. Su presencia podría dejar en el banquillo a Rodri o Koke, dos futbolistas de un perfil menos ofensivo.

Donde hay más dudas es en ataque. Ferran Torres y Dani Olmo han funcionado en la Liga de Naciones y frente a Suecia estuvieron a buen nivel, en especial el delantero del Leipzig con disparos lejanos peligrosos y un cabezazo que no entró por un paradón de Olsen. Ambos podrían seguir en el once con Sarabia como alternativa si Lucho se decanta por un futbolista con mayor uno contra uno.

Luis Enrique quedó satisfecho con ellos por su rigor táctico, dando amplitud a la banda, y buscando el momento para pisar el área. El único recurso que Lucho se dejó en el tintero fue el de Adama, cuya punta de velocidad también puede hacer estragos en partidos cerrados. De todos modos, la principal duda es en la punta de ataque. Luis Enrique defiende el trabajo de Álvaro Morata, pero la realidad indica que Gerard Moreno atraviesa un estado de confianza mucho mayor. Aunque podrían incluso jugar juntos, esta opción se contempla más como recursos durante el partido que de fórmula de inicio. El técnico y compañeros han defendido a Morata en los últimos días y él mismo podrá hacerlo en la rueda de prensa de hoy.