Al empezar un reto laboral es normal que los nervios se apoderen de uno mismo ya que llegar a un sitio nuevo, conocer a los demás compañeros o aprender las tareas a desarrollar no es nada sencillo.

Será primordial que en tu primer día de trabajo conserves la calma y que, sobre todo, no empieces con mal pie cometiendo alguno de los siguientes errores...

Llegar tarde

La puntualidad es algo sagrado, especialmente en el entorno laboral. Retrasarse unos minutos da mala imagen y genera desconfianza en los demás. Intenta llegar con antelación a tu nuevo puesto de trabajo ya que ir con tiempo te ayudará a estar más tranquilo y tendrás la ocasión de observar detenidamente el lugar y a tus compañeros.

No vestir adecuadamente

Si bien es cierto que lo valioso de una persona está en el interior, proyectar una buena imagen sigue siendo imprescindible en el lugar de trabajo. Elige tu ropa a conciencia e intenta apegarte al estilo que lucías durante la entrevista para acceder a la vacante.

No te distraigas

Evita estar pendiente del móvil, del whatsapp o tus redes sociales durante tu primer día. Revisa tus mensajes a la hora de comer o finalizada la jornada.

No preguntar

No debes entender las preguntas como una falta de preparación sino todo el contrario: un interés máximo para querer encajar en la empresa y realizar las tareas con éxito. Pregunta aquello que te genere dudas y verás cómo la gente te tomará en serio.

Llegar en blanco

Por muy nuevo que seas es imprescindible que lleves hechos los deberes de casa. Conocer bien los productos y servicios de la empresa para la que trabajas, así como las labores que vas a llevar a cabo es indispensable para que los demás vean tu compromiso con tu nuevo empleo.

No te aísles

Aunque es un poco duro llegar nuevo a un sitio donde todos se conocen intenta mostrarte abierto y no aislarte de los demás. Aprovecha los descansos para hablar con tus nuevos compañeros, con los que vas a convivir tantas horas.

No te quejes

No cometas el error de quejarte de las cosas que no te gustan el primer día ya que parecerás una persona negativa y quisquillosa. Ya tendrás tiempo para hablar de las mejoras o de lo que te gustaría cambiar más adelante.

No hagas comparaciones

Evita hablar de tu antiguo trabajo en tu primer día en la empresa ya que las comparaciones son odiosas y hay que mostrar predisposición absoluta a la nueva experiencia.

Irte antes de tiempo

Eso no puede ocurrir ni en el primer día, ni en la primera semana, ni en el primer mes salvo que sea una emergencia de causa mayor y esté más que justificada.

No te pases con los piropos

Tampoco es necesario que alabes todo lo que veas porque puede sonar a exageración o falsedad. Integrarse lleva su tiempo, no intentes forzar la máquina.

Hablar de tu vida privada

No es bueno hablar de tus problemas personales en el trabajo durante los primeros días. Si estás pasando un mal momento personal no deberías airearlo hasta que hayas demostrado tu valor y hayas trabado suficiente confianza con el equipo.

Seguro que estos consejos te ayudarán a sortear con éxito tu primer día de trabajo y afianzarte en la nueva empresa.