En una época de crisis como la que atraviesa el país, ahorrar se ha convertido en una actividad obligatoria para la gran parte de la sociedad. Son millones los ciudadanos que en los últimos años han visto como su poder adquisitivo ha ido decayendo, menguando sus ingresos y aumentando sus gastos.

Esta situación ha obligado a muchos a hacer encaje de bolillos para no quedarse en números rojos a final de mes, afinando sus cuentas e intentando prescindir de gastos superfluos. Aunque bien es cierto que ahorrar no es fácil, siempre es más fácil lograrlo con un poco de organización y planificación.

Analiza tus gastos

Antes de empezar a ahorrar es importante saber exactamente en qué desembolsamos el dinero. Comienza apuntando todos los gastos que realices a lo largo del mes en una libreta, incluyendo hasta los cafés en los bares. Organízalos por categorías, es decir, el dinero destinado a la alimentación, al transporte, etcétera. De esta manera al final del mes serás consciente de todos tus gastos y de los que son prescindibles.

Crea tu presupuesto

Una vez conocidos los gastos mensuales, establece un presupuesto para cada categoría en función de tus ingresos, intentando no superarlo bajo ninguna circunstancia. Establece tras ello una meta de ahorro para conocer y tener siempre presente cuál es nuestro objetivo.

Analiza tu progreso mensual

Aunque parezca algo obvio, no está de más recordar que de nada sirve establecer metas si no se cumplen. Mes a mes deberás revisar tus progresos para ver si te acercas a tus objetivos de ahorro. Además, analizar tus avances te ayudará a identificar y hacer frente a los problemas que te vayan surgiendo.

Evita las compras por impulso

Si el producto a comprar no es necesario y no hace falta, habrá que esperar hasta final de mes para darnos ese capricho, siempre y cuando no supere los límites marcados con anterioridad. Estas compras compulsivas suelen ser las que se realizan, aunque no siempre, a través de Internet.

Las 3R: reducir, reutilizar, reciclar

Siempre hay que tener en cuenta la regla de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Esto ayudará a concienciar tanto a adultos como a niños con el bienestar sostenible y el consumo responsable. Los más pequeños de la casa pueden aprovechar no sólo la ropa o los juquetes, sino los estuches, libretas, mochilas, lápices, etcétera, de otros años anteriores o de otros niños. Mucho cuidado con los productos de moda, tentaciones nada recomendables para el bolsillo.

Estudia los servicios alternativos

Muchas veces nos centramos en los gastos imprevistos o en la cesta de la compra y pasamos por alto otros desembolsos mensuales ya fijos. Sin embargo, es importante dedicar tiempo a estudiar las condiciones de servicios que tenemos ya contratados (como la factura de la luz, la tarifa de datos del móvil, los seguros, etcétera.) y buscar alternativas que se adapten mejor a nuestros ingresos.

Reduce los gastos en casa

Adoptar pequeños hábitos como apagar las luces, usar bombillas de LED, utilizar electrodomésticos eficientes o aprovechar la capacidad de carga de lavavajillas y lavadora te ayudará a ahorrar un dinero al final de mes bajando el consumo de la factura.

Más por menos

Aprovechar los descuentos, las ofertas y decantarse por productos de marca blanca puede llegar a suponer un ahorro importante. Es importante no olvidarse de realizar una lista de la compra y ceñirse a ella: pensar los productos antes de salir de casa evitará tentaciones superfluas.

Evita las comisiones innecesarias

Tampoco está de más recordar que los pagos no realizados a tiempo, los extravíos de tarjetas o sacar dinero de un cajero de otro banco generan pequeñas comisiones innecesarias. Por eso es importante revisar detalladamente el estado de nuestras cuentas y reportar con el banco cualquier gasto no reconocido.

Reducir los gastos en casa: utilizar electrodomésticos eficientes y ecológicos y reducir el consumo en calefacción o aire acondicionado hará que bajen las facturas de nuestro consumo.