Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.
Besos, abrazos y sin mascarillas en el inicio del curso escolar
Casteleiro / Roller Agencia
Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.
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Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.
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Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.
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Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.
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Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.
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Más de 311.000 estudiantes gallegos de Infantil hasta Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresan a las aulas a la vez en un curso marcado por la transición de dos leyes educativas y en el que la aspiración, al menos en lo que a normas se refiere, y tras suprimir las medidas antiCOVID en comedores y en las interacciones, es que el coronavirus sea solo un recuerdo.