Así lo destacó hoy en rueda de prensa la conselleira de Sanidade, María José Rubio, según se desprende de una estudio epidemiológico del año 2006 sobre consumo de drogas, realizado a través de 2.300 encuestas y con más de un 95,5% de fiabilidad.

El consumo esporádico de cannabis en Galicia se sitúa en el 7,9%, frente al 11,2% de la media nacional; mientras que la cocaína es tomada por un 2,3% de gallegos frente al 3% del ratio estatal. No obstante, el uso de heroína y de alucinógenos supera la media española, con un 0,2% frente al 0,1% y 0,9% con respecto al 0,7%, respectivamente.

Además, con respecto al año 2004, el consumo esporádico de cannabis aumentó un 2,6%, al pasar del 5,3% al 7,9%, mientras que el habitual se incrementó en 1,2%, al aumentar del 4,2% a 5,4% el año pasado.

También se incrementó el consumo esporádico de cocaína, del 1,4% al 2,3% el año pasado; y también el uso habitual de esta sustancia, al subir del 1% en 2004 al 1,4% en 2006, según destaca el citado estudio sobre consumo de drogas en Galicia.

BAJAN ALCOHOL Y TABACO

Por su parte, el consumo diario de alcohol y tabaco se redujo en Galicia. En el caso de la primera sustancia se redujo en un 19,8%, lo que supone 6,5 puntos menos frente a 2004. Además, la bajada fue mayor en el intervalo de edad de 19 a 24 años y de 25 a 39 años. También fue menor la prevalencia de bebedores abusivos, un 3,1% menos, situándose en el porcentaje más bajo desde 1988.

El citado estudio refleja, asimismo, que la cifra media de cigarrillos consumidos se sitúa en 15 unidades, lo que representa el número más bajo en la Comunidad gallega desde 1988.

El subdirector xeral de Saúde Mental e Drogodependencias, Víctor Pedreira, comentó que a largo plazo, con respecto a 1988, el descenso del uso de tabaco alcanzó los 2,4 puntos menos; en alcohol, 6,2 puntos menos; en heroína se redujo en 0,8; y en hipnóticos, un 0,7. Por la contra, aumentó en cannabis un 2,3%; en cocaína, un 0,6%; en tranquilizantes, un 2,3%; y alucinógenos, un 0,3% más.

De este modo, del estudio se desprende que en próximos años, como sustancias más problemáticas, los consumos en expansión de cannabis y cocaína, así como el alcohol abusivo entre la juventud y los tranquilizantes entre los mayores.

Como datos "preocupantes", Pedreira apuntó el consumo más elevado de tabaco entre el grupo de 12-18 años de edad, con una cifra de niñas fumadoras que supera a los niños, un 29% frente al 25,7%, con 3,4 y 0,1 puntos más respectivamente. También incidió en la ingesta de alcohol por parte de las chicas de 12 a 18 años, un 3,3% frente al 3,2% de los varones de ese grupo de edad. Con todo, destacó que el consumo abusivo se sitúa en un 4,5% frente al 7,6% de hace dos años.

POLICONSUMO

Sobre el policonsumo de drogas, un 31,5% aseguró que sólo consumió una sustancia y varias el 9,5% de los encuestados. En el último grupo un 3,2% consumes tres o más drogas. Se trata del colectivo más policonsumidor, que agrupa unas 80.000 personas. Los sicoestimulantes destacan como el primer grupo de policonsumo, seguido de narcóticos y de alcohol y tabaco.

Sobre el índice de áreas sanitarias, con un riesgo elevado destaca Vigo, A Coruña y Santiago. En un nivel intermedio se encuentran las de Ourense, Ferrol, Pontevedra y Lugo. Por último, se situarían las áreas de O Salnés, Cervo-Burela, O Barco e Monforte.

MOTIVACIONES

En lo que respecta a motivaciones, el estudio recoge las sintomatológicas (las relacionadas con problemas de salud o enfermedades), con un 33%; las de places o experimentación, con un 41,6%; las de respuesta social, con un 20,9%.

Víctor Pedreira subrayó la "más baja percepción de riesgo" de los consumidores, ya que el 84,3% aseguró no tener problemas derivados del uso de drogas; mientras que el 4,9% reconoce problemas de salud; el 4,2% laborales o de estudios; un 3% familiares o de relación y un 2,4% económicos.

Según comentó Pedreira, en la actualidad aumentó el número de urgencias de tipo psiquiátrico derivadas del consumo de drogas, como paranoidismo, brotes esquizofrénicos, de tipo persecutorio y paranoicas, a los que se suma la agresividad. Así, relacionó con el uso de cocaína la presencia de accidentes vasculares, cerebrales (ictus) y coronarios (infartos) en personas jóvenes.