Touriño promete que la Xunta "no ahorrará esfuerzos ni recursos" para superar la crisis

La crisis económica y las perspectivas gallegas para poder superarla fueron el eje central del discurso de Fin de Año del presidente de la Xunta. A punto de que finalice la actual legislatura, Emilio Pérez Touriño se comprometió a trabajar para "anticipar la salida del túnel" y para ello, avanzó que el Gobierno gallego "no ahorrará esfuerzos, recursos ni voluntad" en su lucha contra la crisis, una misión en la que también quiso implicar al resto de fuerzas políticas, recordando que "por encima de las legítimas diferencias" ahora toca apostar por lo que "une" y "trabajar juntos".

"Haré cuanto esté en mi mano para anticipar la salida del túnel", aseveró Touriño en su cuarto mensaje televisado como presidente de la Xunta. Y aunque reconoció su "preocupación" ante la actual coyuntura económica, reivindicó la actuación de su ejecutivo, que despide 2008 "con la seguridad de haber hecho los deberes".

Lejos de cualquier autocrítica, Touriño elogió la reacción del Gobierno gallego ante la "espiral de crisis" que, según él mismo definió, afecta desde hace meses a la "economía mundial". La "anticipación y valentía" con la que, según el mandatario gallego, supo reaccionar el bipartito, sirvieron para "paliar" el impacto de la crisis en la comunidad autónoma.

Tras recordar el paquete de medidas económicas adoptadas por la Xunta en los últimos meses, Touriño reiteró que el Gobierno gallego "en ningún momento" permaneció "de brazos cruzados" y como ejemplo de ello, defendió el plus de resistencia de Galicia frente a otras comunidades. Un trabajo que prometió mantener en el futuro. "Esa es mi palabra y mi compromiso. Porque la recuperación no vendrá sola. Habrá que traerla y no esperar en las trincheras a que escampe", aseveró el presidente, quien volvió a apelar a la unidad como receta para "hacer más fuerte" a Galicia y recordó que en los últimos tres años la comunidad "lideró en España la creación de los puestos de trabajo y la lucha contra el paro". "Tenemos que seguir alimentando las calderas de ese tren en marcha", añadió Touriño, que consideró fundamental el apoyo de la sociedad civil para "levantar diques de contención y los pilares de una nueva Galicia que transformará las dificultades en nuevas oportunidades".

En un discurso muy cercano a las preocupaciones de la gente -porque según dijo, "sus problemas son mis problemas"- , Touriño hizo una mención especial "al trabajador que pierde su empleo, la familia que tiene dificultades para afrontar la hipoteca, el ganadero que ve descender el precio de la leche o el pequeño empresario que sufre la disminución de sus ventas". A todos se dirigió para prometerles que "no se ahorrarán esfuerzos".

Las continuas alusiones a la crisis, con todo, no impidieron que Emilio Pérez Touriño reservara parte de su discurso a reconocer su inquietud por algunas asignaturas pendientes en las que prometió trabajar este año. El presidente de la Xunta se refirió así a la violencia de género, una lacra "incompatible con la sociedad de iguales a la que aspiramos, una sociedad libre de hombres y mujeres que comparten, equitativamente, derechos y deberes, trabajo y ocio, oportunidades y sueños", incidió. Del mismo modo, se refirió a otra de las "desviaciones" que habrá que corregir: los accidentes de tráfico. Tras asegurar que hay que "redoblar el esfuerzo en materia de seguridad vial porque una sociedad madura y responsable no puede permitirse que la carretera destruya familias", recordó que es una obligación de todos.

Finalmente, también tuvo palabras para recordar a los emigrantes, a los que calificó de "ramas de ese árbol milenario" que en estas fechas "tendrán más presente que nunca esta tierra que es la suya" y a los soldados gallegos que "con su espíritu de sacrificio y riesgo de su vida honran a su país y prestan servicio humanitario en todo el planeta".