La patronal calcula que el pescado sube hasta un 700% tras su venta en la lonja

Los precios que por el pescado reciben los armadores en primera venta están lejos del que por el mismo producto abonan los consumidores finales. Esas diferencias se concretan en incrementos que en el caso de algunas especies, como el jurel, han superado el 700%. En casos como la merluza, la pescadilla o la sardina las diferencias estarían entre el 200 y el 400%.

Es la denuncia que plantea Javier Garat, secretario general de la gran patronal Cepesca, ateniéndose a datos del Observatorio de Precios de los Alimentos, publicado por la Administración central semanalmente y que, en este caso, se refieren a la semana número 50 del año pasado, a quince días del fin de año y de las subidas de precios asociadas a la temporada navideña.

A estas "grandes diferencias entre los precios del pescado en origen y destino" se añade en la denuncia de los armadores la caída de los precios que, en general, se produce en el precio de venta en origen en comparación con 2007, lo que, en su opinión "está afectando a la rentabilidad de nuestras empresas".

Bajadas

El portavoz de Cepesca destaca las bajadas de precios que se han registrado en la semana 50 de 2008 con respecto a la misma del año anterior en especies como la merluza de mayor tamaño. Los ejemplares de entre 2,5 y 5 kilogramos se han depreciado en un 64%, al pasar de los 11,25 euros/kilo que se pagó de media en España en origen en la semana 50 de 2007 se cotizó en la misma de 2008 a 4 euros/kilo.

La misma tendencia registrarían especies como el jurel (-28%), la caballa (-23%) o la sardina (-6,25%). Otras especies, como la pescadilla, registraron en cambio el fenómeno contrario, es decir, aumentaron su cotización con respecto al año 2007 en un 16%.Garat señala también que esta caída de precios en origen tampoco se acompasa con bajadas similares en destino y recuerda que, como refleja el gráfico superior, los precios para el consumidor final o han bajado sólo ligeramente o, incluso, han sufridos algunas subidas.

"No hay ninguna relación entre la bajada del precio en origen que estamos sufriendo los pescadores con el precio que pagan los consumidores y éstas son situaciones que están afectando a la rentabilidad de nuestras empresas -recuerda Garat-. Por un lado no tenemos un precio del gasóleo razonable, que supone el principal coste de explotación de nuestras empresas, y por otro lado, nuestros productos, nuestra única vía de ingresos. No estamos obteniendo todo lo que deberíamos de la venta del pescado porque el precio está bajísimo".