El grapo Silva Sande será juzgado este mes por asesinar a 2 agentes
La vista contra el coruñés se celebrará los días 13 y 14 en la Audiencia Nacional

Fernando Silva Sande.
Redacción | A Coruña
El brutal asesinato a tiros de dos guardias civiles en la Delegación de Hacienda de Gijón será juzgado por fin en la Audiencia Nacional los próximos días 13 y 14 de enero, 19 años después del atentado, ocurrido el 28 de diciembre de 1989. En el banquillo se sentará el grapo Fernando Silva Sande, uno de los dos autores materiales de la muerte del agente asturiano José María Sánchez Melero, natural de Panes, y su compañero Isaac Rodríguez Ranilla, nacido en Zamora.
El fiscal pide para él 48 años de prisión, 24 años por asesinato. El terrorista que remató a las víctimas, Guillermo Vázquez, ya fue condenado, al igual que una tercera integrante del comando, María Jesús Romero. La cuarta implicada, María Isabel S. P., falleció en 1993 sin ser juzgada por este crimen.
Para ver a Silva Sande sentado en el banquillo por estos hechos han tenido que pasar casi dos décadas. El terrorista, detenido en Madrid en 1990, un año después del doble crimen de Gijón, logró escapar de la cárcel de Granada en 1992 y huir a Francia. Pasaron ocho años antes de que fuese detenido en París, en noviembre de 2000, y otros cinco antes de que fuese entregado, en octubre de 2005, a España, donde tenía pendientes 24 órdenes de detención e ingreso en la cárcel.
La viuda de José María Sánchez Melero, María de los Ángeles López, ha expresado en diferentes ocasiones su deseo de poner fin a la pesadilla y ver por fin condenado al autor de la muerte de su marido. La acusación particular, que ejercen las familias de los guardias, solicita la misma pena de cárcel que el ministerio público, aunque difieren respecto a las indemnizaciones. Mientras el fiscal pide 250.000 euros para cada familia, la de Sánchez Melero solicita hasta 900.000 euros para los herederos del guardia.
El ministerio público tiene pocas dudas acerca de la intervención de Silva Sande en el crimen. En aquella época, el coruñés era responsable del comando itinerante del GRAPO y estaba considerado el número uno de la organización, junto la camarada Arenas.
En el escrito de acusación se señala que Silva Sande ordenó en diciembre de 1989 a Guillermo Vázquez y María Jesús Romero, que vivían en Logroño, desplazarse a Gijón. El día 26 de diciembre se reunieron en un piso alquilado con Silva Sande y María Isabel S. P. y los cuatro planearon el atentado.
El día 28, Silva Sande y Guillermo Vázquez entraron en la Delegación de Hacienda, mientras las mujeres vigilaban fuera. Silva se dirigió a la cabina de seguridad y tiroteó a los guardias. Vázquez los remató en el suelo. Rodríguez Ranilla murió en el acto. Sánchez Melero pudo llegar con vida al hospital, donde murió.