Los sindicatos prevén más dificultades para los inmigrantes que viven del mar

Tanto UGT como la CIG creen que al igual que ocurre con la construcción, esta vuelta a la actividad de los marineros nacionales provocará más dificultades para emplearse al colectivo inmigrante, significativamente numeroso en poblaciones como Burela, Malpica, Muxía, A Coruña o Vigo, entre otras de España.

"La gente que viene de fuera, del extranjero, va a tener dificultades porque ahora en la pesca no hay mucho sitio. Por ejemplo, los peruanos que estaban en pesca, se fueron a la construcción y ahora quieren volver. Los armadores van a preferir contratar gente de aquí porque así no tienen problemas con el idioma, como pasa con los africanos, y además muchas veces los trabajadores gallegos son vecinos o conocidos de los propietarios de los buques", sostiene Rafael Mesura. El representante de UGT-Mar entiende que los armadores no aplicarán grandes diferencias entre los contratos que realizaban a los extranjeros que ahora sustituirán con mano de obra del país. "Los contratos van a ser igual, a la parte".

Precisamente en contra de esta aparente igualdad, la CIG denunció a mediados de diciembre ante la Inspección de Trabajo la existencia de 2.000 marineros extranjeros con sueldos inferiores al salario mínimo interprofesional y que trabajaban en unas condiciones de esclavismo.

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