Fomento contradice a Touriño y elude poner fecha a la ampliación de la AP-9

La ampliación de la Autopista del Atlántico ha provocado un nuevo desencuentro entre la Xunta y el Ejecutivo central. Dos días después de que el presidente gallego Emilio Pérez Touriño garantizase la ejecución "rápida e inmediata" de las obras de mejora comprometidas hace más de un año en la AP-9, la ministra de Fomento, titular de la autopista y responsable de asumir parte de los costes de la ampliación, eludió ayer fijar plazos y admitió que la venta de la concesionaria Audasa a finales de 2008 había supuesto un revés para el ritmo de las negociaciones. "No se ha podido avanzar tanto por las circunstancias que han rodeado a la concesión, que ha cambiado de titularidad", expuso en Vigo Magdalena Álvarez, quien, pese a todo, garantizó que el "proyecto se va a hacer".

La falta de plazos para la ejecución de las obras, con todo, pone en entredicho el compromiso de Touriño, que este fin de semana convirtió la ampliación de la AP-9 en una de sus primeras promesas electorales y defendió el proyecto pese a "las dudas planteadas por algunos". Las palabras de Álvarez durante su visita a Galicia contribuyen a alimentar esas dudas ya que la propia ministra reconoció que aunque con la anterior propietaria de la concesionaria -Sacyr- "las negociaciones iban ya muy avanzadas", tras la venta de Audasa a Citigroup el proceso se ha ralentizado y "no se ha podido avanzar" tanto en los contactos para alcanzar un acuerdo, informa Europa Press.

Presiones a Fomento

No es la primera vez que la postura adoptada por Fomento en las negociaciones para cerrar la ampliación de la AP-9 están en el punto de mira. Hace tres meses, la Xunta empezó a presionar al departamento de Magdalena Álvarez con la intención de que cerrara cuanto antes los flecos pendientes para poder iniciar las obras en la autopista, que incluyen la ampliación de los carriles en los accesos a las ciudades de A Coruña y Vigo -con la ampliación del puente de Rande- y en los tramos de circunvalación de Santiago y Pontevedra.

El temor de la Xunta era que la ampliación, justificada en su día para evitar el colapso de la autopista debido al tráfico creciente de vehículos que soporta en estos puntos, se viese comprometida por la operación de venta de Sacyr, empresa que hasta finales de 2008 explotaba la concesión. El propio Touriño emplazó a finales de noviembre a Fomento para que "asumiera su responsabilidad" en las negociaciones con la concesionaria, preocupado por que una posible venta de Sacyr pudiese afectar al acuerdo alcanzado para ampliar la autopista. Las discrepancias entre Audasa y Fomento sobre cómo debían repartirse los 400 millones de euros que costará la actuación bloquearon las negociaciones y la venta de Sacyr a la multinacional estadounidense Citigroup se cerró sin que hubiera acuerdo sobre la ejecución de la ampliación.

Tras la visita de la ministra, el portavoz del PP en el Parlamento gallego, Manuel Ruiz Rivas, puso en cuestión su promesa de que llevará a cabo las obras de mejora de la autopista y le exigió que ponga "sobre la mesa" el dinero necesario para ampliar esta infraestructura. "Cualquier nuevo anuncio de la ministra será considerado como un intento de engaño a menos que ofrezca garantías reales", manifestó Ruiz Rivas en un comunicado.

Álvarez, por su parte, aprovechó la presentación de los nuevos trenes que cubrirán la ruta entre Galicia y Barcelona para reiterar el plazo de 2012 para la ejecución del tramo del AVE Vigo-Madrid. "Mantengo la fecha que había dado, y no doy más explicaciones porque si no dicen ustedes que dudo", ironizó.

En cuanto a la conexión ferroviaria con Portugal y tras las críticas del Gobierno luso a los retrasos de los tramos españoles, la ministra negó que hubiera "dudas" por parte del ejecutivo portugués sobre la construcción del proyecto y garantizó que estará en 2013.