Los responsables del vertido de Sogama se enfrentan a hasta seis años de cárcel

Un juzgado de A Coruña investiga la responsabilidad de los derrames. La sociedad mantiene que los encargados de que no haya contaminación son los técnicos y no los directivos

Las plantas de tratamiento de residuos de Sogama, en Cerceda.

Las plantas de tratamiento de residuos de Sogama, en Cerceda. / la opinión

P. Mera | A Coruña

Hasta siete años de cárcel, tres de inhabilitación profesional y multas durante 24 meses. Son las penas a las que se enfrentan los responsables de los vertidos ilegales al río Lengüelle procedentes de las instalaciones de Sogama en Cerceda. El Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña está investigando esos vertidos -que en octubre provocaron la muerte de más de mil truchas en el cauce del río- como un presunto delito ecológico, castigado con penas de cárcel en el Código Penal.

El artículo 325 del Código Penal establece penas de "seis meses a cuatro años de prisión e inhabilitación profesional de uno a tres años" para quienes realicen vertidos ilegales al suelo, subsuelo o las aguas terrestres. Sin embargo, esta pena se eleva hasta los seis años de cárcel si el vertido afecta "a la salud de las personas", un supuesto en el que se incluiría la contaminación del Lengüelle, afluente del río Tambre, que abastece de agua a la ciudad de Santiago de Compostela y sus alrededores. A falta de que lo confirme la investigación encargada por el juez al Servizo de Protección da Natureza (Seprona), el vertido que provocó la muerte de las truchas provenía de los lixiviados del vertedero de Sogama en Areosa (Cerceda). Los lixiviados son líquidos altamente tóxicos -en algunos casos, con componentes cancerígenos- que se generan en los lugares donde se acumula basura. Su eliminación está regulada por ley, y hay empresas que se dedican exclusivamente a ello, mientras que en los casos de grandes vertederos como el de Areosa hay depuradoras que tratan los lixiviados. Según las denuncias de los ecologistas, los vertidos procedentes de las instalaciones de Sogama se deben a una fuga o una mala impermeabilización en la balsa de lixiviados.

El 29 de diciembre, agentes del Seprona registraron la sede de Sogama y se incautaron de numerosa documentación. La investigación sobre los vertidos llega en medio de una tormenta interna en Sogama, donde un grupo de directivos denunció al presidente, José Álvarez Díaz, por irregularidades en la gestión de la sociedad pública.

Danigal, la empresa que gestiona el vertedero de Sogama en Areosa (Cerceda) y que al lado tiene otro vertedero propio donde trata los residuos excedentes de la planta de Nostián, negó ayer que alguno de los basureros corra riesgo de derrumbarse, como denunció el PP. "Es totalmente falso", decía ayer uno de los responsables de Danigal en respuesta a las acusaciones del popular Manuel Ruiz Rivas, quien el miércoles aseguró en el Parlamento que el vertedero de Areosa, donde Sogama acumula toneladas de basura que exceden la capacidad de la planta de Cerceda, está "colapsado", las montañas de basura miden "más de 40 metros de altura" y está a punto de caer "por el efecto de los gases generados por la descomposición y por la acumulación de lixiviados".

Según el portavoz de Danigal, ni el vertedero de Areosa -que gestiona por concurso público- ni el que es propiedad de la empresa están en tales condiciones. Además, aseguró que el basurero de Danigal, mucho más pequeño que el de Sogama y que "sólo genera un cubo de lixiviados al mes" tiene "todas las autorizaciones ambientales necesarias en regla".

Tracking Pixel Contents