Santiago Lago : "La propuesta permite respirar con cierto alivio"

Pese a las previsiones del Gobierno central, viendo todo lo ocurrido hasta ahora, con la postura en contra que el Gobierno catalán deja entrever tras la presentación de su propia reforma del modelo, Santiago Lago Peña, profesor de Economía Pública de la Universidad de Vigo, ve el acuerdo para la implantación del sistema "lejos". "La propuesta de Economía tiene la letra del Estatut, pero los fondos contemplados desactivan su efecto", explica. De la "situación inicial de preocupación" por la capacidad fiscal inferior que Galicia tiene frente a otras comunidades, a "respirar con cierto alivio" con la "arquitectura conocida". Con el documento que está en discusión. "Una visión -matiza Lago- siempre a expensas de ver el resultado final y de unas cifras que al principio serán muy preeliminares y habrá que tomarlas con mucha prudencia".

La clave, según el economista, está en la cláusula del respeto al status quo, el compromiso de que nadie va a perder. "Tal y como está el modelo -apunta- podemos ser optimistas, dependiendo, claro está, del volumen de recursos añadidos que ponga el Gobierno central". Porque, como recuerda Lago Peña, la dependencia de Galicia de los fondos complementarios es inmensa. Empezando por el de garantía de los servicios básicos. "Sería preocupante que los perdiera. Para la comunidad, 1.000 millones de euros suponen el 10% de todo su presupuesto".

"Las elecciones pueden jugar a favor, ahora que hay una coincidencia de color político entre las dos administraciones", apunta el profesor de la Universidade de Vigo. Un elemento a favor frente a otro que juega en contra, que es el empuje territorial que la comunidad tiene frente a otras como Cataluña, "que aporta 40 diputados en Madrid, y con el plus de la contribución del Estatut". "Evidentemente -continúa Lago- no todas tienen el mismo peso para negociar".

Aún así, aunque la capacidad de influencia del Gobierno gallego pueda ser limitada, Santiago Lago cree que la comunidad ha logrado estar en la primera línea de batalla. "No al nivel seguro que Andalucía o Cataluña, a las que se les escucha preferentemente, pero sí inmediatamente por debajo de ellas y por encima de otras con menor peso todavía como La Rioja o Cantabria. Jugando un rol", asegura. "Es evidente que Galicia ha estado planteando muchas cosas al debate".