"¿Dónde están los quitanieves?"

"Tanta inauguración por todos lados y aquí estamos empantanados toda la mañana. Los quitanieves no aparecen por ningún lado ni nadie avisa de cómo está la carretera". Quien así se expresaba era uno de los 300 camioneros que ayer quedó atrapado en la autovía del Noroeste a la altura de Guitiriz. La calzada estaba bloqueada por la nieve, que provocó el accidente de un autobús, y los camiones permanecieron inmovilizados unas tres horas.

Tuvieron que ser los propios automovilistas quienes se vieron obligados a mover, empujando, el autobús que se había quedado atravesado tras colisionar con otro vehículo. "¿Qué pasa con los quitanieves? ¿Dónde está ahora Tráfico?", se quejaba otro transportista.

Las retenciones fueron habituales en numerosas carreteras, donde la nieve, el granizo y el hielo hicieron muy difícil la circulación, cuando no provocaban salidas de vía y el cruce de vehículos en medio de la calzada.

Tampoco se libraron de los atascos los usuarios de la AP-9, que ayer sufrió su segundo colapso en poco más de 40 días y a la empresa concesionaria no le quedó más remedio que volver a cerrar la vía. Y ayer decenas de vehículos volvieron a quedar inmovilizados en las dos direcciones, también a la altura de Ordes.

Andrea fue una de las primeras conductoras en quedar atrapada en la AP-9. A las 11.40 horas paró su vehículo. La calzada estaba intransitable, pero no vio por ningún lado ni máquinas quitanieves ni aviso en los paneles informativos. Para Audasa todo estaba normal. Fueron los propios conductores quienes llamaron a Tráfico para advertir de la situación. A las 12.15 pasaron los quitanieves y media horas después los primeros automovilistas bloqueados reemprendieron la marcha.

Pero la sorpresa de Andrea llegó en la cabina de peaje. La barrera estaba bajada y la operaria pretendió cobrarle. "Protesté y me negué a pagar. Al final me dejó pasar. Se ve que sólo cobraban peaje a los que no protestaban", relata, indignada.

Los sistemas de alertas funcionaron, pero una buena parte de la red de carreteras gallegas quedó trastocada. En unos casos porque son de segunda categoría y no se les presta tanta atención, y en otros porque en cuanto se forman retenciones, los quitanieves no pueden funcionar eficientemente.

"Los medios siempre tardan más de lo habitual en estos casos. Y si estás en medio del problema, el tiempo te parece mucho más", comenta José Antonio Argibay, jefe de información del 112, quien sostiene que no se trata de un problema de medios, porque todas las comunidades y todos los países sufren incidentes por problemas meteorológicos.

"Estamos acostumbrados a tenerlo todo al instante, y si nieva justo después de pasar el equitanieves, no sirve de nada. Hay que volver a pasar", relata Argibay, que apunta que las granizadas no pueden preverse y que la única precaución que puede tomarse es detener el coche mientras se produce y esperar a recuperar totalmente la visibilidad.

A pesar de que la alerta naranja se haya levantado, Emerxencias mantendrá el dispositivo activado hasta recuperar totalmente la normalidad.