Feijóo prescinde de 8 ex conselleiros y renueva en más de un 50% las listas del PP

Sólo quedará Pilar Rojo. Y el propio candidato Alberto Núñez Feijóo, claro. La limpieza de ex conselleiros en los cuatro gobiernos consecutivos de Manuel Fraga es casi absoluta, a pesar de la recuperación de Corina Porro como número dos por Pontevedra.

Con la marcha de José Manuel Barreiro a presidir el PP de Lugo y el fallecimiento del otrora delfín Xosé Cuiña, sólo ocho conselleiros permanecían al final de legislatura en el Grupo Popular presidido por Feijóo: Enrique López Veiga (Pesca), Jaime Pita (Presidencia), José Antonio Santiso Miramontes (Agricultura), Manuela López Besteiro y Pilar Rojo (Familia), José Antonio Orza (Economía), Jesús Palmou (Xustiza) y Aurelio Miras Portugal (Emigración).

Ahora, tres años después de suceder a Manuel Fraga y tomar las riendas del PP gallego, su líder y candidato plasma la "renovación sin marcha atrás" anunciada la pasada semana y se carga a siete ex altos cargos de las listas para las autonómicas del 1 de marzo. La era Fraga quedó ayer totalmente sepultada en el PP gallego con la presentación oficial de las listas.

En el acto en un hotel compostelano, Alberto Núñez Feijóo agradeció a todos los que no continuarán la próxima legislatura su "generosidad" y los erigió en "personajes clave" cuya experiencia seguirá siendo "uno de los mayores patrimonios del partido".

Y es que más de la mitad de los diputados del PP en la primera legislatura en la oposición en muchos años no repetirán tras el 1 de marzo después de que Núñez Feijóo haya decidido incluir 19 caras nuevas en los puestos de salida de las candidaturas con las que intentará recuperar la mayoría absoluta. Feijóo decide así apostar por "una nueva generación de políticos" dispuestos a "cambiar" Galicia.

Acompañado por la mayor parte de sus integrantes, el candidato popular enmarcó dentro de la normalidad el proceso de elaboración de las candidaturas por haberlas cerrado "en el primer día del plazo legal para presentarlas" (del 21 al 26). Feijóo reconoció que el PP gallego ha renovado "incluso más de lo previsto", alcanzando el 51,4% del Grupo Parlamentario heredado del ex presidente Manuel Fraga.

Además, el actual líder de la oposición en Galicia detectó "elementos comunes" entre "los que llegan y los que estaban", como "el inconformismo, la experiencia, la capacidad de gestión, y el trabajo, trabajo y trabajo".

El número uno por Pontevedra justificó la necesidad de llevar a cabo esta renovación (otra vez la volvió a calificar de "responsable") para que las listas sean "reflejo" de la sociedad gallega actual, para afrontar con "unidad, ilusión y confianza" la situación de crisis económica y para cumplir el compromiso de renovar el partido que adquirió cuando tomó las riendas del PP gallego en enero de 2006.

El feudo de Baltar

Ourense y A Coruña son la dos provincias que sufren una mayor renovación en los puestos de salida, aquellos con verdaderas posibilidades de ser elegidos. Así, en Ourense, el feudo de José Luis Baltar, en donde el PP obtuvo ocho diputados en 2005, la renovación afecta al 62,5% de la lista y los cinco primeros son todos nuevos. Los candidatos a renovar su escaño (José M. Baltar, Rodríguez Miranda y Miguel Santalices) van del 5 al 8 y deberán aplicarse para no perder su escaño.

En A Coruña, la renovación afecta en los puestos de salida al 54%, ya que de los once puestos que en 2005 resultaron elegidos por esta circunscripción, seis personas son nuevas: Pedro Arias, Paula Prado, Natalia Barro, Pedro Puy Fraga, José Manuel Álvarez y Rosa María Quintana. Por contra, Carlos Negreira, Diego Calvo, Manuel Ruiz Rivas, Beatriz Mato y Alberto Sueiro ocupan puestos de salida para repetir escaño. El portavoz en Oleiros, Pablo Cobián, es la apuesta del partido para conseguir subir un escaño respecto a 2005.

En Lugo, la renovación es algo menor que la media (37,5%) ya que sólo 3 candidatos de entre los ocho que obtuvieron acta en 2005 serán nuevos. En Pontevedra, circunscripción por la que se presenta el candidato, la renovación en los diez primeros puestos, los escaños de la pasada legislatura, es del 50%, con Corina Porro y Alfonso Rueda como nombres más destacados. Por esta provincia repetirán, si se mantienen los resultados, Pilar Rojo, Ignacio López Chaves, Marta Rodríguez Arias y José Fervenza.

Los deberes hechos

Sobre el proceso llevado a cabo desde el cambió de líder, Feijóo concluyó sin dudarlo que el PP ha hecho los "deberes" en esta legislatura y se ha convertido en la "única alternativa" al bipartito.

"Modestamente, pero con determinación, estuvimos a la altura de las circunstancias, asumimos los retos y cumplimos la palabra dada", expuso como balance de los años de oposición, y más en comparación con el balance de la coalición entre socialistas y nacionalistas. Feijóo reprochó a los socios de la Xunta su "desconfianza y descoordinación hasta el último día" y su "ausencia de gestión", a la que no dudó en achacar el actual momento de "paro y decadencia económica", así como de "despilfarro y desconcierto político".

El candidato popular también recriminó a PSdeG y BNG que hayan "multiplicado" las "carencias" de los anteriores gobiernos del PP y, puesto que han "incumplido", concluyó que "forman parte más del pasado que del futuro".

Por ello, planteó a los gallegos una disyuntiva muy sencilla para el 1 de marzo: ahondar en lo que ya existe "si creen que todo ha ido bien" o cambiar la dirección. Ante esta tesitura, Feijóo ofreció al electorado un camino distinto para superar las dificultades actuales e instó a los gallegos a convertir la opción del PP en "el inicio de otra forma de hacer política" en Galicia.

Así, reivindicó la necesidad de que la comunidad cuente con un Gobierno "responsable", que esté "a la altura" de los ciudadanos y que sepa prever las necesidades de futuro para así no tener que repetir "los mismos vicios", tanto del bipartito como de los anteriores gobiernos del PP. "No nos lo perdonarían los gallegos y tampoco nos lo perdonaríamos nosotros", reflexionó.

Después de erigir al PP gallego en el único "partido de gobierno", Feijóo se comprometió a "no distraer ninguna energía" en lo que no sea servir a los intereses generales. "No perderemos tiempo en hablar del pasado, sino en buscar oportunidades de futuro", prometió, y garantizó que si gana las elecciones dará "una solución a cada problema, en lugar de un problema a cada solución", como sostiene que hizo el bipartito estos años.