Alerta por temporal

El temporal bloquea los tres aeropuertos y provoca cortes en trenes y carreteras

Los vientos huracanados que azotaron Galicia alcanzaron rachas de más de 180 kilómetros por hora en puntos como Malpica o Ancares. Los ríos Ulla, Umia y Arnoia se desbordan por las intensas lluvias

Un muro caído en el campo de Bouzas, en Vigo. A la derecha, una mujer intentando protegerse del viento en A Coruña. / j. lores / v. echave

Un muro caído en el campo de Bouzas, en Vigo. A la derecha, una mujer intentando protegerse del viento en A Coruña. / j. lores / v. echave

M. Vázquez | Santiago

Las advertencias y las medidas preventivas adoptadas ayer ante la previsión de un intenso temporal de viento y lluvia no lograron impedir que la comunidad se sumiera en un caos con los tres aeropuertos bloqueados, carreteras cortadas, inundaciones y varios trenes detenidos. El empeoramiento de la situación a medida que se acercaba la noche obligó a elevar el nivel de alerta a rojo en las provincias de A Coruña y Lugo. Fue a partir de las 21.00 horas cuando el temporal cobró más fuerza, registrándose ráfagas puntuales que superaron los 180 kilómetros por hora a medianoche en puntos como Malpica o Ancares. El viento, con todo, sopló con fuerza en toda Galicia, superando los 120 kilómetros por hora en las zonas altas y los 100 en prácticamente toda la comunidad.

La situación en el mar obligó a amarrar de nuevo a la flota pero en tierra las consecuencias fueron peores y más inesperadas. Además del cierre de todos los centros de educación no universitaria de A Coruña y Lugo, los tres aeropuertos gallegos dejaron de operar a última hora de la noche debido a las dificultades climatológicas, que también afectaron al tráfico ferroviario.

El temporal bloquea los tres aeropuertos y provoca cortes en trenes y carreteras

El temporal bloquea los tres aeropuertos y provoca cortes en trenes y carreteras

Fue el colofón a una jornada marcada, sobre todo en las terminales de Alvedro y Peinador, por decenas de desvíos, varias cancelaciones y retrasos generalizados. Al menos 11 vuelos fueron anulados a lo largo de todo el día en ambos aeropuertos mientras que decenas de enlaces tuvieron que ser redirigidos a la terminal santiaguesa de Lavacolla, que hasta última hora de la noche fue la única que funcionó con relativa normalidad. El bloqueo aeroportuario obligó a que alguno de los vuelos procedentes de Madrid tuviese que dar media vuelta tras haber despegado de Barajas y decenas de pasajeros fueron trasladados a Galicia por carretera. Cuando a última hora de la tarde dejaron de operar vuelos en toda la comunidad, muchos de los enlaces suspendidos se derivaron a los aeropuertos de Oporto y Madrid.

En cuanto a los trenes, la caída de árboles sobre las vías alteró en funcionamiento normal de los trenes de media distancia durante toda la jornada, provocando retrasos y obligando a moderar la velocidad como medida preventiva. Ya por la noche, el Talgo Madrid- A Coruña tuvo que detenerse en Santiago por la caída de un árbol sobre la vía y tras más de hora y media de retraso, Renfe decidió hacer un trasbordo de los pasajeros a un autobús para completar el viaje hasta A Coruña. Además a última hora de ayer el Tren Hotel Atlántico Ferrol-Madrid permanecía detenido por obstáculos en la vía a la altura de Pontedeume.

El temporal bloquea los tres aeropuertos y provoca cortes en trenes y carreteras

El temporal bloquea los tres aeropuertos y provoca cortes en trenes y carreteras

En las carreteras, poco después de las 23.00 horas quedó cortada la AP-9 a la altura de la localidad coruñesa de Ordes, dirección A Coruña, por la caída de un árbol en la calzada. En la Autovía del Noroeste (A-6), en Montesalgueiro y también en dirección a A Coruña, otro árbol obligó a cortar la circulación.

La actividad escolar se vio también alterada por el temporal de viento y lluvia. A la decisión adoptada a última hora del jueves por la Consellería de Educación de cerrar todos los centros de educación no universitaria de las provincias de A Coruña y Lugo-820 en total- se sumó también el cierre preventivo de todas las galescolas y escuelas infantiles dependientes de Vicepresidencia, aproximadamente un centenar.

Con todo, la medida adoptada con carácter obligatorio en todos los centros públicos y concertados de ambas provincias fue secundada por la mayoría de los colegios privados y por muchas guarderías, que optaron por seguir la recomendación de Educación.

El cierre preventivo de los centros educativos decretado por la Xunta no gustó a muchos padres, que se enteraron de la noticia a las puertas de los colegios o en las paradas de los autobuses escolares, donde los conductores cubrieron igualmente las rutas para informar de la suspensión de las clases. La medida también fue duramente criticada por el PP, que denunció la "improvisación" y "descoordinación" de la Consellería de Educación por anunciar la suspensión de las clases en las provincias de A Coruña y Lugo "con 11 horas de retraso" respecto a la alerta anunciada por MeteoGalicia. En un comunicado, los populares criticaron la "falta de información" que sufrieron ayer los padres de los alumnos afectados y lo achacaron a la "clara falta de previsión" tanto del departamento de Sánchez Piñón.

La conselleira, sin embargo, defendió la actuación de su departamento al comunicar el jueves por la noche vía mail a los directores de todos los centros de A Coruña y Lugo la suspensión de las clases debido al temporal. En declaraciones a Europa Press, la conselleira subrayó que "no se tomó la decisión tarde" sino cuando los datos de Protección Civil así lo recomendaron para "garantizar la seguridad de los alumnos y profesores".

A los fuertes vientos, que llegaron a superar de forma sostenida los 100 kilómetros por hora en todo el litoral coruñés y lucense, se sumó también la lluvia. El incidente más grave relacionado con las precipitaciones se registró en Pontevedra, donde el río Umia se desbordó inundando a su paso viñedos, un restaurante y varias pistas agrícolas en la comarca de O Salnés. La crecida del río Arnoia también causó problemas en Ourense y el Ulla estuvo a punto de desbordarse.

En cuanto al resto de incidencias, caídas de árboles, señales, postes eléctricos y elementos del mobiliario urbano, inundaciones en bajos, garajes y calles y desprendimientos de tierra y piedras en varias carreteras fueron algunos de los efectos del temporal que azotó ayer a Galicia y que mantuvo durante todo el día a los servicios de emergencia en máxima alerta. Sólo hasta media tarde, el 112 informó de que había recibido un millar de llamadas por el mal tiempo y Protección Civil recomendó no salir de casa ni coger el coche entre las 21.00 y las 03.00 horas, el periodo de más intensidad del temporal.

Asimismo, se registraron cortes de luz en 22 municipios, la mayoría coruñeses, entre ellos, Santiago. A última hora de la noche, se habían desprendido varios tejados, como el de un polideportivo en Noia, y también se inundaron un colegio de Betanzos y un pabellón en O Grove. Además, un desprendimiento en la A-55 en Mos provocó un choque en cadena y se suspendió el transporte marítimo en la ría de Vigo.

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