Si como aseguran los expertos la campaña electoral gallega ha sido decisiva, Alberto Núñez Feijóo debería compartir parte del mérito con más de 200 personas. Los mensajes, ideas y propuestas del PP que se han escuchado en las últimas semanas son la suma de las aportaciones de destacados miembros de la antigua Administración Fraga pero también de gente anónima y especialistas, profesionales y docentes no siempre vinculados al partido. Su contribución en los meses previos a la campaña fraguó el programa electoral con el que los populares se presentaron el 1 de marzo aunque el trabajo final de selección y coordinación le correspondió a un grupo de personas mucho más restringido, el círculo de confianza del futuro presidente de la Xunta.

Las cabezas más visibles de este núcleo duro son Alfonso Rueda y Pedro Puy Fraga, coordinador de la campaña y del programa electoral, respectivamente. Sobre el primero, hombre de confianza de Feijóo al que apadrinó en 2006 para situarlo como número dos del partido en Galicia, recayó el peso organizativo y coordinador de la campaña. La incorporación de Puy al equipo, sin embargo, fue más tardía aunque su sintonía con Feijóo venía de atrás. Antes de ser presentado como fichaje estrella del PP para la lista por A Coruña, ya llevaba varios meses cocinando el programa electoral del partido. A su lado, Álvaro Pérez López, estrecho colaborador de Feijóo desde los tiempos en los que era conselleiro de Política Territorial, compartió la responsabilidad del área programática, ayudándole en la tarea de cribar y priorizar propuestas.

En el ámbito de la comunicación y la logística de la campaña, la parte menos conocida pero igualmente crucial, el futuro presidente de la Xunta se apoyó en una de sus más estrechas colaboradoras: la periodista Mar Sánchez. Pero también incorporó a un nuevo fichaje, el joven periodista Lucas Martiñón, responsable de la mayoría de sus discursos aunque, eso sí, "revisados siempre" por el candidato.

Feijóo se ha rodeado de asesores con perfil técnico -tres de ellos son abogados y tanto Pedro Puy como Alfonso Rueda tienen un amplio bagaje en la Administración que suple su menor rodaje político; pero también cuenta con dos periodistas en su círculo más cercano, lo que denota una gran preocupación por la imagen y la comunicación, dos elementos que los expertos coinciden en señalar como decisivos a la hora de interpretar los resultados del 1 de marzo.

Ellos, junto con la agencia Swat -ideóloga del slogan Feijó09-, son los responsables directos de la campaña y el programa electoral del PP cuya clave, según Pedro Puy, ha sido conectar con los "problemas de la gente". Tocando distintos palos y recurriendo a diversas "fuentes de información", explica, lograron detectar que la "principal y casi única preocupación" de la gente es la crisis y la marcha de la economía. "Y en eso pusimos el acento", añade.

Las acusaciones de PSdeG y BNG por la supuesta "campaña sucia y difamatoria" orquestada por el PP a una semana de la cita con las urnas son rechazadas por los populares. "No cambiamos de estrategia. Nuestra campaña fue la misma desde el principio", asegura Puy.

Un proceso coral

El proceso previo para la confección tanto de los mensajes como de las propuestas que se escucharon en la campaña fue mucho más laborioso y coral. El PP creó una decena de comisiones sectoriales y puso al frente a miembros del partido que, en la actualidad o en el pasado, dominaban la materia. Varios ex conselleiros de Manuel Fraga asumieron el papel de coordinación en áreas como Urbanismo y Ordenación del Territorio, Educación o Justicia, comisiones que tuvieron al frente a Pilar Rojo, Manuela López Besteiro o Jesús Palmou.

También miembros del partido que habían tenido responsabilidades importantes en la Administración anterior colaboraron. Jesús Gamallo, ex secretario xeral de Relacións coa UE, y Daniel Varela, eurodiputado, se ocuparon de las políticas de exterior; Agustín Hernández, que desempeñó varias funciones en la Consellería de Política Territorial, llevó el peso en materia de infraestructuras; y Rosa María Quintana, ex directora xeral de Desarrollo Pesquero, dirigió todas las propuestas de pesca.

En materia económica, entorno en el que Feijóo centró tanto la campaña como la precampaña, Pedro Puy llevó el peso, no sólo con ideas propias sino buceando en el mundo de la Administración y en el universitario en busca de medidas para capear la crisis. El capítulo económico fue uno de los más plurales y como explica el propio Puy se confeccionó con aportaciones tanto del mundo universitario -el propio Pedro Arias, número dos por A Coruña, empezó trabajando con el PP en calidad de experto económico- como de colectivos profesionales, económicos y sociales que aprovecharon la ronda de reuniones que mantuvo Feijóo previamente a la campaña para hacerle llegar propuestas o inquietudes que luego se plasmaron en el programa.

Las otras colaboraciones

Las aportaciones de la Universidad y el tejido social gallego no se limitaron al ámbito económico. Según Puy, el programa contó con colaboraciones puntuales de especialistas en áreas como las políticas de igualdad, en las que ayudaron las profesoras de Económicas Maite Cancelo y María Bastida, o en I+D y consumo, donde estuvieron aconsejados por el doctor en Derecho Mercantil Francisco Hernández. En esta etapa previa, con todo, también recolectaron un volumen de documentación importante, con "más de 400 propuestas" que les hicieron llegar de todos los ámbitos. Y es que el pluralismo del que presume el PP en la confección de su programa es una cualidad que Puy hace extensible al propio Feijóo. "Alberto trabaja en equipo. Es una persona a la que le gusta escuchar. Tiene 20.000 asesores, pero al final decide él", resume.

El 1 de marzo Pedro Puy Fraga consiguió su primera acta de diputado. Nunca antes había concurrido a unas elecciones autonómicas a pesar de que bajo los mandatos de su tío, Manuel Fraga, llegó a ser director xeral, jefe de gabinete de Cuíña y miembro del Consejo de Administración de la Crtvg. Quizá por el papel discreto que siempre ha tenido en el PP muchos consideraron una sorpresa su fichaje para la lista de A Coruña. Su sintonía con Feijóo, con quien llevó mano a mano las negociaciones para reformar el Estatuto, es evidente y ya hay quien le ha colgado la etiqueta de mano derecha. "Es falso que yo sea su principal asesor. Soy uno más entre 20.000", aclara Pedro Puy.

Hasta que Feijóo le notificó a Fraga quién sería el nuevo secretario xeral del partido, la carrera de Alfonso Rueda había tenido un carácter marcadamente técnico. Experto en Administración Local, área de la que fue responsable con Palmou al frente de Xustiza, tras la derrota de 2005 retomó su carrera como secretario municipal en Cambados.Tras descartar para el puesto a otro de sus hombres de confianza, Carlos Negreira, Feijóo decidió apostar, para sorpresa de muchos, por Alfonso Rueda, un hombre que había sabido mantenerse al margen de la guerra entre boinas y birretes. Desde 2006 se ha hecho inseparable del líder del PP y éste le ha respondido con más responsabilidades.

Cuando Feijóo regresó a Galicia en 2003, sólo le acompañaba una persona de su actual círculo de confianza: Mar Sánchez. Esta periodista coruñesa ha estado al lado del futuro presidente de la Xunta prácticamente en todas sus etapas políticas. Empezaron a trabajar juntos hace 15 años en la Consellería de Sanidade de Romay Beccaría. En 1996, ambos se marcharon a Madrid junto a Romay y cuando en 2003 Feijóo dejó Correos para integrarse en la Xunta, su ya entonces jefa de prensa le acompañó. Con los años, se ha convertido en su asesora más cercana para todo tipo de temas y en 2006 la "fichó" para la Ejecutiva del partido, donde ocupa la Secretaría de Comunicación.

Meses antes de que Pedro Puy se uniese al equipo de campaña del PP, Feijóo ya tenía a una persona trabajando en la elaboración del programa. Álvaro Pérez López, abogado de 35 años y hermano del todavía secretario de Relacións Institucionais de Vicepresidencia, Xoán Antón Pérez-Lema, empezó a colaborar con el futuro presidente en la Consellería de Política Territorial. Al tomar Feijóo las riendas del partido, Pérez López se convirtió en su asesor para temas parlamentarios. La pasada legislatura se les vio muchas veces juntos en los pasillos del Parlamento y cuando empezó a plantearse un posible adelanto electoral, Feijóo le encargó que se ocupara del diseño programático.

El responsable de los discursos del presidente norteamericano Barak Obama es John Favreau, un joven de 27 años que en sólo un año pasó de la facultad de Políticas a ser el escritor de cabecera del hombre más poderoso del mundo. Salvando las distancias, Alberto Núñez Feijóo también puede presumir de tener un escritor en su equipo de colaboradores. Se llama Lucas Martiñón, también tiene 27 años y, al igual que su homólogo estadounidense, le escribía los discursos de campaña al candidato popular. Licenciado en Periodismo, Martiñón suele permanecer en un segundo plano y es la cara menos conocida del equipo de colaboradores con el que trabaja a diario Feijóo.