"Si he acelerado más de la cuenta es porque mi mujer acaba de romper aguas". Esta es la excusa que dio un conductor cazado esta semana por exceso de velocidad durante uno de los controles de la campaña especial de seguridad puesta en marcha por la DGT. Mientras tanto la "supuesta embarazada", según el agente que interceptó el vehículo, sonreía avergonzada por la ocurrencia de su marido. "Llevamos trabajando desde las seis de la mañana y esta es la excusa más original que hemos oído", afirma José González Cajide, uno de los guardias civiles que el miércoles estuvo en un control en la AC-552, en dirección Cee.

El lema de la campaña de Tráfico es rotundo: Todos sabemos que si respetamos los límites de velocidad habrá menos víctimas en las carreteras ¿Por qué no lo hacemos? "No son conscientes del peligro del exceso de velocidad", asegura el agente González. Escasos minutos después de lanzar la advertencia, el radar que maneja capta la matrícula de un coche que circula a 82 km/h en un tramo en el que no se pueden superar los 60 km/h. Escasos metros más adelante, otros dos guardias inmovilizan el turismo soprendido in fraganti para notificarle la multa. Lo conduce una mujer de unos 40 años que se echa las manos a la cara cuando le comunican que será sancionada. "Estoy harta, es la segunda vez que me paran", dice malhumorada. Sin embargo, los agentes hacen caso omiso y le extienden un recibo de 100 euros de multa por pisar el acelerador más de lo debido.

"Hay conductores que son respetuosos con las normas de Tráfico y también con nosotros, pero hay otra gente que se salta las normas a la torera", afirman los guardias. Por eso la DGT ha decidido duplicar los controles de velocidad hasta el próximo domingo día 23. Sólo en las vías coruñesas, vigilarán a más de 40.000 vehículos. Las carreteras elegidas para incrementar la vigilancia son aquellas en las que las infracciones son más frecuentes, como la AC- 862, que une Ferrol con la provincia de Lugo; la AC- 432 que enlaza Vimianzo con Camariñas; la AC-550, de Cee a Ribeira; la AC-305 que va de Padrón a Ribeira ,y la AC-552, que comienza en A Coruña con dirección Cee.

El control es diario. En algunos casos se procede a la identificación del infractor y a la notificación de la multa en el momento como medida educativa. "De esta forma, el conductor es más consciente del error que ha cometido", aseguran desde la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico de Galicia. También se producirán denuncias por correo cuando no sea posible detener al vehículo. En todo caso los paneles de señalización variable advertirán a los conductores de la existencia próxima de controles, ya que a los agentes -afirman- "no les gusta esconderse demasiado". Además según los guardias civiles: "Es preferible que los conductores sepan dónde estamos". Por eso los radares fijos suelen estar visibles en las carreteras más conflictivas, como la C-542 y la N- 634, que destacan por el tráfico intenso. De esta forma los vehículos reducirán la velocidad en los tramos peligrosos, evitando accidentes.