En los censos oficiales, la población extranjera en Galicia apenas representa el 4% de todos los residentes, muy por debajo de la proporción en aquellos territorios, como Madrid y Cataluña, que se presentan como los motores del país, o de Andalucía y el resto del Levante, punto de destino frecuente para el colectivo por los antes abundantes puestos de trabajo ligados al sector primario. Pero hay más inmigrantes. Los que no tienen papeles y, por lo tanto, no figuran en el padrón. Los que con la grave crisis se convierten en un blanco fácil del resurgir de la economía sumergida. A la vista del peso que tienen en la comunidad los que sí cuentan con la documentación en regla, ¿la mano de obra irregular aquí es también anecdótica? Pues no tanto. La infracciones en materia de extranjería en el mercado laboral gallego se han disparado casi un 20% el pasado año, prácticamente tres veces más que el incremento medio registrado en toda España.

La Inspección de Trabajo y Seguridad Social descubrió el pasado ejercicio casi 600 extranjeros que trabajaban de forma irregular en Galicia, un centenar más que en 2007. Pontevedra es una vez más la provincia que concentra el mayor número de casos y, por lo tanto, de actas, 283, seguida de A Coruña, con 204, y con números mucho menores, Lugo (41) y Ourense (52). Precisamente es en el interior donde se dan los dos comportamientos más llamativos y que incluso despiertan la atención del Consello Galego de Relacións Laborais en un reciente informe sobre el impacto de la inmigración en el mercado laboral de la comunidad. Porque sólo en Lugo se registra un descenso anual en el número de contrataciones irregulares detectadas y porque en Ourense aumentaron un vertiginoso 246%, según los datos del Ministerio de Trabajo.

A la vista de la tendencia que sigue la evolución en las contrataciones ilegales entre el colectivo en Galicia no extraña que la labor inspectora se haya reforzado el pasado año. Y mucho. Frente a la caída del 10% en las actuaciones realizadas en el conjunto del Estado -en 2008 fueron 54.913 frente a las 60.931 del ejercicio ante- rior-, en la comunidad aumentaron un 25%, hasta las 5.080. De cada diez reconocimientos de los inspectores en España, uno se realizó en Galicia, la quinta comunidad con mayor control sobre el área por detrás de las cuatro comunidades más pobladas y con mayor volumen de inmigrantes, pero con diferencias de números no demasiado significativas: Comunidad Valenciana (14,66% de las actuaciones), Cataluña (14,10%), Madrid (12,93%) y Andalucía (9,45%).

Las infracciones detectadas en Galicia, la práctica totalidad relacionadas con la falta de permiso de residencia y de trabajo, acarrearon multas por valor de 3,5 millones de euros, un 11% más que el importe de las sanciones de Trabajo en 2007 en la comunidad.

Las zonas urbanas de las provincias de A Coruña y Pontevedra concentran más de la mitad de la población inmigrante de Galicia, que supone en la actualidad un 3,4% del censo gallego, con más de 95.500 personas extranjeras inscritas, mientras que en todo el Estado español supone un 10% del padrón.

La representante del Foro Galego da Inmigración, Rocío Rodríguez, mantiene que se trata de una "proporción muy baja" en la comunidad y señaló que estas personas se integran en la sociedad española "de forma gradual".

Pontevedra contabiliza 36.269 inmigrantes empadronados; 33.711 en A Coruña; 14.006 en Ourense; y 11.582 en Lugo, según el INE. En concreto, la población extranjera en la provincia de Pontevedra representa el 3,8 del padrón; en A Coruña, el 2,96%; en Ourense, el 4,17%; y en Lugo, el 3,26%.

En los últimos años la población inmigrante en Galicia "casi se cuadriplicó", al pasar "de los 25.000 residentes en el año 2000 a los casi 96.000 actuales, declaró el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba.

Según comentó el responsable de Emigración de la Xunta, el perfil de los "nuevos gallegos" es de gente joven, procedente en su mayor parte de Latinoamérica, "y que llegan a Galicia fundamentalmente por motivos laborales".

Al respecto, el Foro Galego de Inmigración señaló que Portugal, con 18.521 personas, y Brasil, con 10.574, son los países de procedencia de la mayor parte de los residentes extranjeros en Galicia; seguido de Colombia (8.289), Rumanía (5.187) y Argentina (5.148).

Asimismo, según los datos facilitados por el Foro Galego de Inmigración, menos de un 10% de la población inmigrante residente en Galicia se encuentra en situación irregular en la comunidad.

Rocío Rodríguez manifestó que la población extranjera que se instala en Galicia lo hace por falta de empleo en su país de origen. Al respecto, aseguró que los inmigrantes tienen "más dificultades" para acceder a un puesto de trabajo.

Además, el colectivo inmigrante denunció discriminación también a la hora de alquilar una vivienda porque, en ocasiones, según resaltó Rodríguez, "le piden más dinero".

Para atender las necesidades del colectivo inmigrante en Galicia, la Secretaria Xeral de Emigración señaló que trabaja en un "abanico amplio" de programas que pasan por la "información, asesoramiento y orientación", haciendo especial hincapié en dotarlos de las herramientas que les permitan una óptima integración social y laboral.