Con poco margen para darse un capricho de estilo personal, todos y cada uno de los policías locales que hay en Galicia tendrán que vestirse a imagen y semejanza de los dictados de la Consellería de Presidencia. Dos años después de la entrada en vigor de la normativa de coordinación de las plantillas de seguridad municipales, llega el capítulo dos de la unificación. El de homogeneizar medios técnicos y materiales. Y los uniformes. Lo hay para el verano, para el invierno, para la playa y de gala. Con dictámenes estrictos en cuanto a colores e incluso en cuanto a tamaño. La abertura trasera de la falda para las agentes tendrá que ceñirse a 10 centímetros. Pantalones cortos para ellos si tienen que vigilar los arenales. Para todos, las condecoraciones se sacan sólo en las ocasiones especiales. Una guía estética -en forma de decreto y con un plazo de adaptación de dos años- y ética también, porque lo de cuidar el material será una obligación legal. En caso de "deterioro, rotura, pérdida o cambio de color" al concello correspondiente no le quedará otro remedio que renovar el uniforme y sus complementos. Los agentes, por su parte, deberán ceñirse a usarlo "exclusivamente" cuando estén de servicio. Si pasan a segunda actividad, aunque dentro del área de seguridad, la posibilidad de que se lo quiten es decisión única del alcalde. En otras áreas, todo lo contrario. El uniforme será para las grandes ocasiones.

Los policías locales tendrán, al menos, dos tipos de uniforme: de trabajo y de gala o de representación. El tercero, opcional, de gran gala, será diseñado por las corporaciones. Cada modalidad, además, contará con una versión para el invierno y otra para el verano. Gorra de plato y gorra tipo béisbol, chaquetas, cazadoras, pantalones o faldas, corbata con alfiler, calcetines "o medias tipo panti", zapatos, botas de agua, guantes, cinturón y hasta camiseta interior.

En verano se podrán olvidar de la corbata y dispondrán de un chaleco reflectante. El uniforme de playa incorpora el pantalón corto, calcetines deportivos y hasta una mochila o bolso de cintura "que podrán usar como complemento". La normativa no se olvida de las agentes embarazadas, con uniforme "adaptado". Los requisitos para el traje de gala de las mujeres es exquisito: falda recta hasta la rodilla, cierre trasero de cremallera y apertura de 10 centímetros. El azul no pasa de moda en las policías locales, que sólo podrán apostar por cambios en la pasarela oficial por cuestiones de "desarrollo tecnológico" o "mejor operatividad" y siempre con el beneplácito de los talleres de San Caetano.