Desde su declaración como parque nacional, en el año 2002, las Illas Atlánticas no han dejado de ganar visitantes. Ni las restricciones a determinadas actividades en el parque, donde está prohibido terminantemente cazar, pescar o hacer hogueras, ni el cupo máximo de 2.200 visitantes cada día, han sido un obstáculo para viajar a las islas. Al contrario, las Illas Atlánticas se situaron en 2008 entre los tres únicos parques nacionales que consiguieron aumentar sus visitas incluso en tiempos de crisis. 254.017 personas se acercaron hasta el archipiélago gallego el año pasado, un 6% más que en 2007, mientras parques nacionales tan consolidados como el Teide, Doñana o Cabrera cerraron 2008 con las cifras más bajas de visitantes desde 2002. Pero aunque su tirón turístico mejore con el paso del tiempo, Illas Atlánticas todavía se sitúa a la cola de los parques nacionales, siendo el cuarto con menos visitas de todo el país y muy lejos de los 2,8 millones de turistas que recibe cada año el Teide.

En cuanto a los parques naturales, Galicia cuenta con seis espacios protegidos por esta figura, una de las más antiguas y extendidas del país. El más veterano es el del Monte Aloia, Pontevedra, declarado en el año 1978, y el más popular el de las Dunas de Corrubedo y Lagoas de Carregal y Vixán, que el año pasado recibió 359.500 visitantes, 100.000 más que las Illas Atlánticas. Los otros cuatro parques naturales de Galicia son As Fragas do Eume, Enciña da Lastra, O Invernadeiro y Baixa Limia-Serra do Xurés, en el límite con Portugal. Entre los seis recibieron el año pasado 576.539 visitantes, una cifra que situó a la comunidad en el cuarto puesto del ranking nacional.