Ni la casilla del pozo, ni la de la posada, la cárcel o la muerte. En un viejo juego de la oca editado durante la posguerra, hoy prácticamente desconocido para los investigadores, la meta no es la casilla 63 -el jardín de la oca-, sino la número 100: Vida del cristiano. El recorrido por este tablero pasa por el adoctrinamiento del régimen sobre las tentaciones, la religión, la educación familiar o la homosexualidad. En la otra cara del juego está la versión franquista del parchís. En las casillas están representados los símbolos de las tres armas del Ejército y en cada una de las salidas aparecen ilustraciones alusivas a la educación de la juventud, la orientación profesional, el subsidio familiar y la repatriación de menores.

Este viejo parchís y juego de la oca puesto a la venta tras la Guerra Civil ha estado guardado durante décadas en un desván de la tierra del Caudillo. A raíz de un curso sobre la Guerra Civil organizado por el Club de Prensa de Ferrol el verano pasado en Pontedeume, el propietario de la pieza original, el ferrolano Luis Mera, decidió hacer más de 300 réplicas para distribuir entre los asistentes a las ponencias y los socios de la entidad, de la que es secretario. "No sé de dónde salió el juego. Yo lo recuerdo desde niño en casa de mis padres, pero desconozco el momento exacto y cómo se hicieron con él", relata Mera, miembro del consejo de redacción de Ferrolanálisis, revista promovida por el Club de Prensa y que en 2004 ya se hizo eco de este desconocido tablero para historiadores e investigadores del franquismo. Pero este parchís editado en la posguerra no es la única pieza de la época que tiene en su particular colección. Mera se hizo hace años en un rastrillo con otro juego dedicado a la República bajo el título El parchís de la unidad. Una contribución a la defensa de Madrid y que el Club de Prensa de Ferrol espera reproducir este año.

En el parchís del franquismo, cada color de las ilustraciones en las casillas de salida no ha sido escogido al azar, según el análisis del doctor de Historia del Arte Antonio Aguayo Cobo:

. Educación de la juventud.

En la salida roja del parchís, un profesor imparte clase a sus alumnos. El historiador que analiza las ilustraciones del juego destaca el uso del color rojo en la casilla de la educación de la juventud. ¿El motivo? Según expone, el régimen franquista quiere poner de manifiesto la necesidad de "reeducar" a los hijos de los padres "rojos, activos o vergonzantes".

. Tentaciones.

Varias casillas del juego de la oca hacen alusión a las tentaciones. En la 34, aparecen tres jóvenes brindando. En el bar se aprecia una barra al fondo atendida por mujeres. El historiador que ha elaborado los textos explicativos del juego interpreta que se trata de un prostíbulo. Con esta ilustración, Franco trataba de alertar de las "nefastas consecuencias" que puede acarrear la falta de templanza de los jóvenes.

. Orientación profesional.

En la salida azul, los alumnos hacen trabajos manuales. Aunque esta casilla y la roja hacen alusión a la educación, el cambio de un color a otro significaría que los jóvenes, "con el ejemplo y la ayuda de los profesores", pueden "olvidar antiguas ideologías y nefastos modelos" y pasan a formar parte del cuerpo social que ha de formar la futura sociedad.

. Espectáculos.

En la casilla 53 aparece un hombre comprando una entrada en una taquilla de cine. En primer plano, otro hombre, con sombrero y gabán, vuelve el rostro para no ver la "provocadora" mirada que desde el cartel le dirige una "seductora mujer". Según el análisis de esta casilla, la no asistencia a misa por la mañana dará lugar a la participación en "espectáculos tan peligrosos" como el cine.

. Subsidio familiar.

El color amarillo de esta casilla de salida se refiere al oro, símbolo de riqueza. El subsidio familiar fue una ayuda creada por el franquismo en 1938 dirigida a familias con un mínimo de tres hijos y con sueldos muy bajos por parte del patriarca. Este subsidio era para la mujer, con el objetivo de que se mantuviera como ama de casa y que no saliera a buscar trabajo.

. Homosexualidad.

El juego de la Vida del cristiano también hace alusión a los "peligros" de la homosexualidad. En la imagen, dos hombres se estrechan las manos como muestra de una "fraterna y viril" relación. Para no sembrar dudas sobre la virilidad de los "hombres íberos", el franquismo recurre en esta ilustración a la imagen de extranjeros, cuyo "carácter y hombría se pueden poner en duda".

. Repatriación de menores.

Verde, esperanza. Con la elección de este color para ilustrar la repatriación de menores, el régimen quiso poner de manifiesto la "esperanza en la reunificación y la reconciliación entre familias". De esta repatriación de menores se encargó el servicio exterior de la Falange. Cientos de niños fueron dados a militares franquistas y las niñas, destinadas a centros religiosos.

. Religión.

Un hombre bebido se apoya en un amigo de su hijo para entrar en un bar. Ante una situación así, el régimen sólo veía una vía de salida: la oración. "El hijo ha de recurrir a la oración a la Virgen, pidiéndole la conversión del padre", recoge el texto explicativo del historiador Antonio Aguayo, que revela que "el amigo, después del rezo del rosario, entra en la vía sacerdotal y el protagonista se inclina por el matrimonio".