La actual normativa por la que se rige el turismo rural en Galicia permite cerrar los alojamientos hasta cuatro meses, coincidiendo con la temporada de menor movimiento. No obstante, este periodo es "insuficiente" para sortear la baja ocupación, que se ha agravado, además, y al igual que en el resto de sectores, por la crisis económica.

Por ello, el sector de casas rurales, de manera conjunta, ha reclamado a la Consellería de Cultura que les permita trabajar medio año y cerrar el resto del ejercicio.

"Ya que tenemos mucha oferta sería una forma de regularla. Sería como plantear un calendario, de modo que, cuando unas estén cerradas, se aumentase la ocupación en las otras. Se lo hemos indicado a Cultura para que lo tenga en cuenta en la elaboración de la nueva ley del turismo de Galicia", manifiesta Marisol Lorenzo.

En época de baja ocupación, como puede ser el largo invierno gallego, "hasta encender la calefacción puede ser un problema porque no te compensa", dice Lorenzo. Tanto Fegatur, como Agatur, o expertos en turismo de la Universidad de Santiago, aseguran que el nuevo camino del turismo rural en Galicia, para afianzarse como sector y ganar adeptos, "está en las nuevas tecnologías".