Antón Luaces

Un Castelao para Pencha

La Xunta entregó ayer a Pencha su más que merecida Medalla Castelao 2010 porque, si alguien relacionado con la mar reunía méritos para hacerse con este galardón que reconoce la entrega a Galicia, ese alguien es Pencha Santasmarinas

Antón Luaces

No sabe uno qué habrá pesado más en el ánimo de Pencha Santasmarinas a la hora de recoger su Medalla Castelao 2010, si su acendrado feminismo, su ánimo ecologista o su entrega a un mundo, el del mar, que "descubrió" desde la mesa de un despacho en la Xunta cuando alguien decidió que tenía que dedicarse en cuerpo y alma -y así lo hizo hasta su jubilación- a aquellos que dependían directamente de la Consellería de Pesca.

Eran otros tiempos. Pero los de hoy siguen siendo igual de duros. Pencha -su nombre era utilizado por todos aquellos/as que tenían que ver con el desarrollo pesquero- se hizo indispensable. Y fue siempre defensora a ultranza de los derechos de la mujer en la mar como profesionales que eran (y son) al margen de su condición de esposa, hija o hermana de marinero. La profesionalización de la mujer del mar, especialmente las mariscadoras; los derechos de la rederas y otras tantas y tantas cuestiones referidas a la presencia de la mujer en el marisqueo y la pesca; la mujer en las cofradías de pescadores pensadas para hombres; la mujer en el sector conservero, que era su reino, han tenido en Pencha ese baluarte difícil de derribar porque actuó en justicia y con los reglamentos en la mano. A veces crudamente, pero es que la mar es cruda, dura, difícil. Y femenina.

La Xunta entregó ayer a Pencha su más que merecida Medalla Castelao 2010 porque, si alguien relacionado con la mar reunía méritos para hacerse con este galardón que reconoce la entrega a Galicia, ese alguien es Pencha Santasmarinas, con apellido más que vinculante al medio en el que la poseedora de él "navegó" durante años y con distintos responsables al frente de la Consellería.

A saber cuántas imágenes de mar y gente de mar habrán pasado por la mente de Pencha en el momento en el que, en San Domingos de Bonaval, donde la Historia se escribe con mayúscula, recibía su medalla. Pero es evidente que la mujer conservera, la mujer mariscadora, la mujer redera, la mujer en cualquier cofradía, se sienten asimismo galardonadas en la persona de Pencha Santasmarinas, la mujer que, un día, dio un paso al frente para decir no a la central de Xove. A pesar de los pesares.

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