Al menos once personas fueron detenidas ayer en varias localidades de O Salnés en el marco de una espectacular operación policial contra el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico. El operativo ha sido bautizado con el nombre de Repesca y entre los arrestados figuran varios miembros de los Charlines, el conocido clan de narcotraficantes de Vilanova de Arousa.

Así, en la nómina de arrestados figuran al menos cuatro hijos del patriarca, Manuel Charlín Gama, que son Melchor, Manuel, María Teresa y Óscar Charlín Pomares; dos nietas, Noemí Outón Charlín y Natalia Somoza Charlín; pero también están arrestados un constructor de Vilanova, Ramón Rodríguez Paz, O Sono, e incluso un abogado de A Illa, Adán Allo. Al parecer, también podría estar implicado un hombre que alquiló varias de las piscinas de la depuradora de mariscos Sochar, en A Illa.

Asimismo, esta operación podría acabar salpicando al propio Manuel Charlín Gama, lo que comprometería su excarcelación. A este respecto, algunas fuentes indicaban ayer que el patriarca de los Charlines figuraría como el duodécimo imputado en la redada y que si se confirma su imputación, ya no podría salir de la cárcel el próximo sábado, 17 de julio, que es cuando estaba previsto su licenciamiento.

Sobre esto, fuentes consultadas explican que la investigación todavía no está cerrada, y que en buena lógica se ampliará a toda la red familiar de los Charlines, lo que podría derivar en la imposición de nuevos cargos por blanqueo a Manuel Charlín Gama. No obstante, otras fuentes consultadas negaron tajantemente que Charlín Gama figurase entre los objetivos del operativo.

Por otra parte, la abogada Bárbara Royo, que asiste al histórico narco vilanovés en su proceso de excarcelación, aseguró a última hora que no tenía constancia alguna de que su cliente estuviese imputado en la operación Repesca, por lo cual entiende que por el momento no hay novedades en la fecha prevista para la salida de prisión de Charlín Gama.

Registros todo el día

La operación la coordina la juez del juzgado número 3 de Vilagarcía, Almudena Caneiro Hermida, y la están desarrollando la Unidad contra la Delincencuencia Fiscal de la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera. Los primeros registros y arrestos se produjeron a primera hora de la mañana.

Al parecer, uno de los primeros arrestados fue el constructor de Vilanova Ramón Rodríguez Paz, O Sono, que fue interceptado en su coche. Parece ser que este hombre intentó huir de la policía, pero le detuvieron después de una persecución. Su hijo, Ramón Rodríguez, que trabaja en la empresa familiar, también fue arrestado, pero en su caso lo detuvieron en la vivienda de Caleiro en la que reside con sus padres.

Poco después, sobre las diez de la mañana, varios agentes irrumpieron en las instalaciones que Mariscos Nine tiene en Balea Marítima, en O Grove. Los efectivos de la Policía y de Aduanas procedieron al registro de las instalaciones, y procedieron a la detención de Manuel Charlín Pomares, que sería uno de los responsables de esta firma, dedicada a la venta de mariscos.

Otro de los registros de la jornada de ayer se efectuó en Sochar, una depuradora de mariscos que al parecer regenta en A Illa otra de las hijas del patriarca, María Teresa Charlín Pomares. Sochar es una de las empresas que en su día las autoridades judiciales incautaron al clan de los Charlines. Posteriormente, las trabajadoras de otra de las empresas de la familia, Charpo, iniciaron un proceso judicial para recuperar el dinero que se quedaron sin cobrar tras la intervención judicial del imperio.

A raíz de ese proceso, hace dos años salieron a subasta varias propiedades de la familia, entre ellas dos parcelas en O Terrón y Sochar. Sorprendentemente, a la subasta se presentó de nuevo la familia Charlín, puesto que Natalia Somoza Charlín, una de las hijas de María Teresa, se hizo con las propiedades al pagar 800.000 euros.

Al parecer, el hecho de que la joven -entonces tenía 19 años- pudiese reunir semejante cantidad hizo que recayesen sobre ella las sospechas, y Aduanas inició una investigación para determinar si algunos de los Charlines estaban blanqueando dinero del tráfico de drogas.

En ese punto se produce una de las conexiones entre María Teresa Charlín y el constructor Ramón Rodríguez, ya que al parecer para reunir el dinero suficiente para recuperar Sochar, la familia vendió a O Sono varias fincas y solares.

También por la mañana se hicieron otros registros en la vivienda de Manuel Charlín Pomares, que está situada en As Sinas, y en un edificio de Vilanova. Mientras tanto, los detenidos eran trasladados en coches policiales camuflados a la Comisaría de Vilagarcía. Sin embargo, por la tarde todavía se hicieron más entradas domiciliarias, por lo que de vez en cuando la policía se llevaba consigo a alguno de los arrestados, para que pudiesen estar presentes en el operativo.

Uno de los últimos registros volvió a tener como escenario la nave que Mariscos Nine abrió hace unos tres meses en las antiguas instalaciones de Megalmar, depuradora de una agrupación de mejilloneros.

El dispositivo desplegado ayer por los juzgados y las fuerzas de seguridad fue espectacular. De hecho, la cifra de agentes que participaron ayer directa o indirectamente en la operación podría rondar el medio centenar. Muchos de ellos venían de Madrid, donde tiene la UDEF su sede central.

Espectacular resultó la detención ayer por la mañana del constructor Ramón Rodríguez Paz, El Sono, que incluso sufrió un accidente al intentar evadir a los agentes de la Policía Nacional que le perseguían y le dieron el alto. Los hechos se produjeron a primera hora en una carretera de Vilanova cuando El Sono conducía un Mitsubishi Montero, momento en el que fue interceptado por los agentes que participaban en la operación contra la familia Charlín, con quienes tiene vinculación pues les compró varias propiedades, entre ellas terrenos y pisos de María Teresa Charlín. Según testigos, El Sono, una vez que sufrió el accidente, no quiso bajarse del coche, por lo que los agentes tuvieron que romper una de las ventanillas delanteras para abrir la puerta.