El 21% de los municipios gallegos tiene un riesgo alto de sufrir alguna catástrofe

El Plan de Emerxencias de Galicia incluye a las siete ciudades entre las zonas más sensibles ante amenazas como los incendios, los temporales o la contaminación química

El tejado de un colegio de Moaña arracando por el ciclón 'Xynthia'. / lores

El tejado de un colegio de Moaña arracando por el ciclón 'Xynthia'. / lores

M. Vázquez | Santiago

La ola de incendios que arrasó en agosto de 2006 más de 80.000 hectáreas de monte, las inundaciones que cubrieron de lodo y ceniza media Galicia ese mismo otoño o el ciclón Klaus que en enero del año pasado tumbó un millón de metros cúbicos de madera y dejó a 500.000 hogares sin luz son solo algunos ejemplos recientes de que las fuerzas de la naturaleza también golpean con intensidad a Galicia. Sin embargo, no toda la comunidad es igual de vulnerable ante las emergencias. 66 concellos destacan por ser los que presentan un mayor riesgo de sufrir una catástrofe, ya sea natural o provocada por el hombre, mientras que hay otros 91 en los que el peligro es "muy bajo".

Incendios, inundaciones, terremotos, episodios de contaminación química, temporales... La Xunta ha evaluado todos estos factores para extraer una radiografía completa sobre las amenazas potenciales que se ciernen sobre cada uno de los 315 ayuntamientos gallegos, un material que ha incorporado al Plan Territorial de Emerxencias de Galicia (Platerga) para planificar mejor sus actuaciones y distribuir adecuadamente los medios materiales y personales de Protección Civil.

De los 66 concellos más vulnerables, 18 presentan un riesgo muy alto de sufrir una emergencia y en el resto, la amenaza es alta. Pero aunque solo representan el 20,9% de todos los municipios que hay en Galicia, el dato realmente preocupante es que en estos 66 concellos vive el 70% de toda la población.

En esta lista destacan sobre todo las siete ciudades, todas ellas incluidas en el grupo de municipios con mayor vulnerabilidad ante una catástrofe. Les acompañan los ayuntamientos coruñeses de Narón, As Pontes, Arteixo, Cambre, Boiro; los pontevedreses de A Estrada, Vilagarcía de Arousa, Redondela, Mos y O Porriño; y el de Vilalba, en Lugo.

Las provincias de A Coruña y Pontevedra son las que tienen más concellos en situación de vulnerabilidad; 26 cada una de ellas. Le sigue Lugo, con 8, y Ourense con 6.

Para hacer esta zonificación de Galicia en función de su vulnerabilidad, el Platerga relaciona tres tipos de factores que, según explica la Dirección Xeral de Emerxencias, tienen una incidencia directa sobre el nivel de riesgo.

El primero es la frecuencia con la que históricamente se repite un suceso y sus causas, lo que permite calcular el "riesgo estadístico" de que una zona sea vulnerable, por ejemplo, a los incendios forestales. En segundo lugar, se tienen en cuenta las condiciones del propio territorio y fundamentalmente la población (a mayor número de habitantes, mayor riesgo), un factor determinante a la hora de prever las consecuencias de una emergencia sobre las personas. Y por último, se computan las posibilidades de que se produzca un riesgo "de carácter especial" como un incendio, un temporal, un seísmo o un episodio de contaminación química.

La suma de estos tres factores ha permitido calcular a la Xunta el riesgo potencial de emergencia para cada concello de Galicia, una información que junto con los datos que maneja Protección Civil sobre los tiempos de acceso a cada núcleo, constituye para la Xunta un "paso clave" a la hora de asignar los recursos materiales y humanos dedicados a proteger el territorio.

De los 23 tsunamis documentados en la Península solo uno llegó a afectar a la costa gallega. Ocurrió en 1755 y aunque se originó en Lisboa, sus efectos -que se presuponen "muy escasos"- llegaron a alcanzar el noroeste español. Teniendo en cuenta el periodo de retorno de este tipo de fenómenos -entre 200 y 300 años- los expertos califican de "posible" que se produzca otro tsunami similar al de Lisboa durante este siglo. Por ello, y a pesar de que los mismos expertos coinciden en que es poco probable que la comunidad llegue a sufrir un maremoto, el Plan fronte ao Risco Sísmico en Galicia incluye simulaciones que contemplan este escenario y los pasos a seguir en caso de que se produzca. Las costas de A Coruña y Vigo serían las más vulnerables ante un tsunami como el de 1755, que según los cálculos de la Xunta supondría un peligro "fuerte" en el primer caso y "bastante fuerte" en el segundo. La ausencia de "datos históricos", con todo, lleva a pensar que el riesgo es "muy bajo" pero aún así, matiza, "no se puede descartar".

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