Tragedia en el monte gallego

La lluvia da una tregua al fuego

Las precipitaciones redujeron ayer al mínimo la actividad incendiaria tras arder casi 4.000 hectáreas en agosto. Solo permanece activo un foco en Cualedro, pero está controlado

Zona del Parque do Xurés, en Lobios, calcinada por el incendio registrado ayer de madrugada. / j. regal

Zona del Parque do Xurés, en Lobios, calcinada por el incendio registrado ayer de madrugada. / j. regal

Jacobo Caruncho | Santiago

La lluvia ha dado un respiro a los montes gallegos, acosados por los incendios de las últimas semanas. Ha sido un tregua que no durará mucho tiempo, ya que para los próximos días se espera que las altas temperaturas vuelvan a elevar el riesgo de fuegos forestales en la comunidad autónoma.

A pesar de que tanto las brigadas de extinción como los militares desplazados a Galicia han trabajado durante estos días a pleno rendimiento para sofocar las llamas no ha sido hasta hoy, con las precipitaciones que cayeron durante la mañana, cuando la actividad incendiaria se ha reducido al mínimo. A última hora de ayer solo permanecía activo en Galicia un fuego de más de 20 hectáreas en Cualedro (Ourense). La noche, sin embargo, fue complicada, ya que de nuevo el Parque de Xurés estuvo amenazado por las llamas. Este incendio de Lobios fue finalmente extinguido, tras arrasar 164 hectáreas, al igual que se apagó el de Ames, que mantuvo en vilo a muchas familias por la cercanía de las llamas a sus casas.

En Cartelle (Ourense) otro fuego quemó durante la tarde dos casas, una de ellas habitada. Los bomberos dieron por extinguidas las llamas a las 18.30 horas.

Pero el riesgo no desaparece al cien por cien. Las lluvias de ayer solo afectaron a la franja atlántica de la comunidad. En Lugo no llovió y Protección Civil mantiene la alerta por alto riesgo de incendios.

Además, a partir de hoy, los cielos comenzarán a abrirse progresivamente y el fin de semana se presenta con un cielo soleado en todo el territorio gallego y con un ligero y generalizado ascenso de las temperaturas.

Más de 6.000 hectáreas fueron arrasadas por el fuego hasta el momento en Galicia, un tercio del terreno quemado en España. Aunque el verano transcurría dentro de la normalidad, al llegar agosto se dispararon los focos y el área calcinada. De hecho, más de la mitad de la superficie afectada durante este año ardió en estas tres últimas semanas, casi 4.000 hectáreas.

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