Nuestros nómadas
Aurelia Lombao
Sarkozy, como Aznar o Berlusconi, tiene alma de cruzado, que ensarta en su pica la cabeza de algún turco y la iza al mástil para que la soldadesca atribuya al decapitado la culpa de todos los males que, en realidad, proceden en gran parte de su propia incapacidad política. La de Sarkozy. Esta vez la cabeza de turco, que exculpa al inculpador, son los gitanos rumanos, como antes fueron los jóvenes inmigrantes y mañana será cualquier otra minoría, siempre pobre y desvalida. La mayoría de la opinión pública francesa, a la que se le hace jugar el denigrante papel de la soldadesca, entra al trapo y la popularidad del mandarín sube o al menos deja de bajar porque, al fin, se ha encontrado al causante de todas las desgracias del país. Ya se ha diagnosticado el mal y se ha descubierto el problema. Es "el problema gitano", como en tiempos fue "el problema judío". Doscientos mil gitanos residentes en Francia y algunos de ellos rumanos son la causa de todos los males que sufren sesenta y cinco millones y medio de franceses, que así también se sienten exculpados de lo que han hecho y están haciendo con su país. Pero no sólo es Francia. El pueblo gitano ha sido históricamente cabeza de turco de toda Europa y, ahora, también ellos han entrado en la Unión para seguir siéndolo. Lo han sido y lo son en España, en Suecia, en Bélgica; lo son en Rumanía y en Hungría donde son más; lo son en Alemania, Italia, Bulgaria o Chequia. Los quinientos millones de europeos contamos con diez millones de gitanos, pobres y muy pobres en su mayoría, que prestan a nuestros gobernantes, democráticamente elegidos, la gran coartada para no pagar por sus errores y fracasos y a nosotros nos dan el gran pretexto para eludir la responsabilidad cívica de discernir y de enfrentarnos a las verdaderas causas de nuestros problemas diarios.
Si Europa no para y castiga esta felonía contra nuestros conciudadanos más desprotegidos, se encanallará nuestra sociedad y lo pagaremos caro, porque la vileza trae violencia. Violencia social, que siempre es política en última instancia.
El único pueblo nómada de Europa, nuestros nómadas, seguirán recorriendo inexorablemente nuestros caminos mirándonos a los ojos con justo reproche.
aurelialombao@gmail.com
- Un gallego, una de las víctimas del grave accidente de Segovia
- Problemas con un pasajero en un vuelo entre Canarias y Galicia provoca momentos de tensión y retrasos
- Una pareja con un hijo que gane hasta 52.500 euros al año podrá acceder a una vivienda pública
- Un incendio obliga a desalojar un edificio en Santiago y 'descubren' un proyectil en su interior
- 15 rutas y senderos de premio en A Coruña
- Miles de empleados de la Xunta cobrarán este año hasta 46 euros más cada mes
- Un migrante argentino destaca el aspecto en el que Galicia es superior al resto: 'No me quiero dejar atrás esta palabra...
- Ni Combarro ni Allariz: este es el pueblo medieval que tienes que visitar en Galicia