Alvedro vuelve a recibir tres vuelos desviados desde Santiago

La densa niebla con la que amaneció ayer de nuevo Santiago de Compostela volvió a obligar a desviar cuatro vuelos que, procedentes de distintos puntos de la península Ibérica, tenían como destino el aeropuerto de Lavacolla. Es la segunda vez esta semana, que las inclemencias meteorológicas obligan a trasladar por carretera al pasaje de diferentes aviones llegados a Compostela.

En la jornada de ayer, los pasajeros que tenían como destino Santiago se vieron obligados a tomar tierra en los aeródromos de Alvedro y en el de Sá Carneiro, en Oporto.

Según explicaron a Europa Press fuentes de AENA, resultó afectado el vuelo de Air Nostrum proveniente de Bilbao de las 08.05 horas, que fue desviado a las instalaciones de A Coruña; así como el de Ryanair, que procedentes de Reus, debía aterrizar a las 08.25 horas, pero que finalmente tomó tierra en Oporto.

También fueron desviados a Alvedro los vuelos de las 08.55 horas de Spanair, proveniente de Barcelona; e Iberia, que volaba desde Madrid. Fuentes de AENA señalaron además que la actividad en Lavacolla retomó su ritmo normal en torno a las nueve de la mañana.

Las obras de construcción de la nueva terminal que se están acometiendo en las instalaciones de Santiago de Compostela, y que no concluirán hasta el mes de octubre, se encuentran en el origen de estos desvíos, ya que los trabajos que se están llevando a cabo obligan a desconectar el sistema ILS II/III que permite el aterrizaje de las aeronaves aún cuando la visibilidad es reducida, tal y como lo ha sido en estos días.

El lunes se cancelaron tres operaciones, una de salida (en un avión que debía realizar el enlace con Madrid, de la compañía Air Europa) y la entrada y salida del vuelo de Ryanair que conecta la capital gallega y Alicante. También un avión de Spanair procedente de Barajas se vio desviado al aeropuerto de Alvedro.

Tal y como informaba ayer este periódico, desde que en Alvedro se instaló el sistema antiniebla, los desvíos de vuelos se han reducido en A Coruña un 88%, al pasar de las 192 maniobras frustradas en 2007 a las 23 del año pasado.