La demanda de salidas se dispara en las fiestas navideñas

El volumen de peticiones de permisos para pasar unos días fuera de prisión en julio o agosto se mantiene como cualquier otro mes. Los reclusos prefieren estar con la familia durante las fiestas navideñas que cambiar la celda por la playa en verano. "En estos meses no se produce una avalancha de peticiones. Cuando se nota una mayor demanda es en diciembre, cuando se acerca la Navidad", apuntan fuentes penitenciarias.

Desde los sindicatos de prisiones, advierten del atasco de expedientes en Instituciones Penitenciarias, lo que está provocando que haya reclusos que tengan que esperar hasta tres meses para poder disfrutar de una salida del penal o lograr una revisión de condena. El plazo habitual para que un interno obtenga un permiso ordinario o pase de un segundo a tercer grado desde que la junta de tratamiento de la prisión lo aprueba hasta que recibe el visto bueno de Instituciones Penitenciarias no suele llegar a los dos meses. Sin embargo, los sindicatos advierten de que el atasco de expedientes por falta de personal y las vacaciones de los jueces de vigilancia penintenciaria provocan retrasos de hasta tres meses en la concesión de permisos.

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