El conflicto laboral que amenaza con obligar a cerrar parcialmente el espacio aéreo gallego se dirimirá en los tribunales. Un día después de que el sindicato de controladores USCA denunciase que la falta de personal en Lavacolla podría obligar a suspender durante horas los aterrizajes y despegues de los tres aeropuertos gallegos, dos trabajadores del Centro de Control de Santiago formalizaron una denuncia contra AENA por incumplir sus condiciones laborales.

La ley aprobada por el Gobierno en abril fijó en un límite de 1.670 horas la jornada laboral de los controladores. La escasa plantilla del Centro de Control Aéreo de Santiago -que actualmente tiene a 28 personas ocupándose de las aproximaciones y el radar- obligó en los últimos meses a que la mayor parte del personal tuviese que trabajar más horas para poder cubrir estas carencias. Eso explica, según USCA, que a estas alturas del año "la mitad" de los controladores hayan agotado ya o estén e punto de hacerlo su cupo.

AENA reconoce que una parte de la plantilla de Santiago está trabajando más para cubrir las carencias de personal, pero lo atribuye al "alto absentismo", que algún mes rondó el 30%. Desde el sindicato, con todo, dicen que estos cálculos salen de computar como absentismo "bajas, reducciones de jornada y permisos especiales".

De momento se han formalizado dos denuncias, aunque el sindicato apunta que muchos miembros de la plantilla ya se han contactado con sus abogados para emprender la vía judicial contra AENA y se preguntan cuál será su "situación legal" en caso de que una vez agotadas las horas, la empresa les obligue a seguir trabajando incumpliendo la normativa aprobada en abril.