El Prestige tiñó de negro casi 3.000 kilómetros de costa. Y con ellos, las 66.000 toneladas de fuel vertidas por el petrolero arrastraron a miles de mariscadores, marineros y armadores. Las ayudas del Estado se convirtieron en la única salida ante la mayor catástrofe ecológica sufrida en el litoral gallego. Pero no todas llegaron a su destino. Al menos 80 millones de euros que el ex presidente de la Federación Galega de Cofradías Evaristo Lareo debía haber repartido entre unas 30.000 familias afectadas por la marea negra. Así consta en el escrito del particular que denunció ante la Fiscalía del Tribunal de Cuentas el uso irregular que Evaristo Lareo, a través de la Fundación Océano Vivo y la ex comisión del Prestige, hizo de los fondos públicos para indemnizar a los afectados.

El pasado mes de diciembre, la Fiscalía del Tribunal de Cuentas abrió diligencias previas por este asunto y a lo largo de este año tratará de determinar si Evaristo Lareo, patrón mayor de la Cofradía de Caión, cometió un delito de malversación y apropiación indebida de las ayudas destinadas a la catástrofe del Prestige.

En la denuncia, Miguel Delgado acusa a los responsables de las Federaciones de las Cofradías de A Coruña, Lugo y Pontevedra de mantener un "entramado de ocultación y omisión, presunta malversación y apropiación indebida de bienes públicos". Estos bienes, según la denuncia, irían a "cuentas y administración de entidades de interés público y representativas de la Sociedad Marítimo Pesquera de Galicia, que reciben y recibieron fondos públicos sin ningún control contable algunas de estas entidades disueltas con el fin de diluir el rastro del dinero desaparecido ".

Además, el denunciante apunta a Lareo como responsable del desvío de los fondos obtenidos de ayudas benéficas por parte de entidades privadas a la ex comisión del Prestige, al frente de la se encontraba entonces. Una vez disuelta la comisión, el denunciante señala que el patrón mayor de la Cofradía de Caión trasladó los bienes a la Fundación Océano Vivo, una entidad que fue fundada en en el año 2003, presidida por él y encargada de llevar a cabo tareas de recuperación el ecosistema marino.

La denuncia también se centra en el destino del dinero recibido por la Cofradía al vender a una inmobiliaria los terrenos del campo de fútbol de A Ínsua. Miguel Delgado implica a Evaristo Lareo en la recalificación del terreno donde se iba a construir y donde posteriormente se levantó una urbanización de viviendas de lujo en 10.000 metros de terreno público. Los terrenos habían sido cedidos por los vecinos al Concello, que en 1962 se los transfirió a la Cofradía para el campo de fútbol.

Desde el Parlamento gallego, el BNG anunció la semana pasada que llevará a la Cámara autonómica la polémica gestión del patrón mayor de la Cofradía de Caión. Los nacionalistas instan a la Xunta a colaborar con la investigación abierta por la Fiscalía de A Coruña y el Tribunal de Cuentas. El PSdeG por su parte cargó contra la Consellería do Mar por no actuar ante las supuestas irregularidades que salpican al ex presidente de la Federación Gallega de Cofradías. Mientras, los populares emplazaron a los socialistas gallegos a acudir al juzgado si tienen constancia de esta presunta malversación en el reparto de ayudas a marineros afectados por la catástrofe del Prestige.