El campeonato de España de caza del zorro arrancó ayer en Ponte Caldelas rodeado, un año más, de mucha polémica. Al igual que sucedió en las últimas cuatro ediciones, asociaciones ecologistas y defensoras de los derechos de los animales se congregaron en la localidad pontevedresa dispuestos a sabotear el evento. La tensión entre los cazadores y el algo más de un centenar de voluntarios que secundaron la convocatoria de Fundación Equanimal fue en aumento hasta el punto que, según denunció ayer la organización, dos voluntarias de Barcelona "sufrieron agresiones por parte de los cazadores".

No fue el único incidente violento durante una protesta en la que los activistas se desplegaron por el monte interponiéndose entre los cazadores y sus presas con el objetivo de "salvar el mayor número posible de animales y concienciar a la población", como explicó la portavoz de Equanimal, Olaia Freiría. La tensión llegó hasta tal punto que un cazador intentó agredir a un cámara de televisión que se había desplazado a Ponte Caldelas para cubrir el boicot. El incidente, tras el que se personó en la zona una patrulla de la Guardia Civil, se produjo mientras varios informadores y un grupo de activistas acompañaban a los cazadores con carteles que rezaban Cazar es asesinar. Tres de ellos se acercaron a uno de los fotoperiodistas, agarrándole violentamente la cámara, que cayó al suelo, mientras otro cazador le lanzaba una patada, aunque no llegó a darle.

Según relató a Efe Sara Lago, una de las activistas que presenció el enfrentamiento, nada más verlos "se pusieron superviolentos". "Y al sacar las cámaras se abalanzaron sobre nosotros con amenazas como 'te meto un tiro' u 'os parto la cara", añadió.

Tras el incidente, los activistas se desplazaron al concello de Ponte Caldelas para protagonizar una concentración en defensa del respeto a los animales y exigieron a las autoridades que tomen nota de la "violencia explícita" de este colectivo.