En un mes, ya no habrá ninguna presa en Galicia que cumpla condena junto a sus hijos menores de tres años. Instituciones Penitenciarias ha decidido cerrar los módulos de madres en todos los penales y trasladar a las reclusas con hijos a nuevas instalaciones fuera de prisión en Madrid, Palma de Mallorca, Sevilla, Alicante, Tenerife y León. La medida afectará a unas cien internas en España, un total de 17 del centro penitenciario de Teixeiro (A Coruña), el único en Galicia que cuenta con módulo de madres.

En el penal coruñés ya se practicaron los primeros traslados. La semana pasada dos internas en Teixeiro abandonaron junto a sus hijos el módulo de madres. Desde el jueves, ya ocupan una plaza en uno de los nuevos centros construidos en Madrid. A lo largo de este mes, las 15 restantes, en su mayoría ciudadanas extranjeras sin arraigo, también serán conducidas a las instalaciones en otras comunidades si quieren seguir con sus hijos parte de la condena que les queda por cumplir -los menores solo pueden estar en el penal hasta que cumplen los tres años-. Aquellas que prefieran permanecer en la cárcel de Curtis deberán enviar a sus hijos con sus familiares. Solo así podrán permanecer en el módulo de mujeres del centro. Al menos dos de ellas, según confirmaron ayer desde el centro penitenciario de Teixeiro, ya han comunicado su decisión de continuar en el penal coruñés y enviar a su hijo con la familia.

Instituciones Penitenciarias atribuye el desmantelamiento de los módulos de madres a la decisión del Gobierno central de sacar a los niños de prisión. "Se busca el bienestar del menor. Los módulos de madres no dejan de ser una infraestructura carcelaria, aunque dispongan de guardería y escuela infantil. Con estas nuevas unidades, los niños y las madres estarán fuera de prisión", comentan desde el departamento que dirige Mercedes Gallizo. Se trata, según apuntan, de residencias con un número determinado de plazas -una media de 30 o 40 por centro- en los que cada habitación está habilitada con una o dos camas nido y una o dos cunas. Por el momento están en funcionamiento las unidades para madres en Mallorca, Sevilla y Madrid. En los próximos meses también se abrirá otra en Alicante y en fase de proyecto están dos más en Tenerife y León.

De estos traslados quedan excluidas las internas con un historial delictivo complejo, como es el caso de las presas de ETA, o aquellas que por su situación penal deben permanecer en el centro donde cumplen condena -es el caso de las reclusas preventivas pendientes de algún juicio-.

Este traslado dejará a disposición de los centros penitenciarios un módulo más -con capacidad para unos 100 presos y que en la actualidad acogía a una media de 20 madres-. Con el cierre de los módulos de madres, Instituciones Penitenciarias promoverá una redistribución de los internos en cada centro, lo que permitirá aliviar el hacinamiento que se vive en las prisiones españolas, o el traslado de presos de los centros con más internos a aquellos menos saturados.

En el caso de la cárcel de Teixeiro, hoy cumplen condena unos 1.400 presos a pesar de que solo tiene capacidad para mil. Desde la dirección del penal de Curtis ya tienen su propia propuesta para el módulo de madres: convertirlo en una unidad de cuidados paliativos para los internos con enfermedades mentales.

Con la eliminación de los módulos de madres también se abre un nuevo frente laboral en las cárceles del país, ya que las funcionarias de prisiones que hace años sacaron una plaza en el módulo de mujeres, se resisten a prestar servicios en los módulos de hombres. Desde la dirección del penal de Teixeiro ya se iniciaron conversaciones con las 22 funcionarias de la escala femenina para ofrecerles un servicio rotativo en el único módulo de mujeres que tiene el penal y los 13 restantes de hombres -incluido el que se suprime ahora de madres-. La directora del centro de Teixeiro, Carmen Suárez, confía en llegar a un acuerdo con las funcionarias para la reorganización del trabajo en el penal porque, según recuerda, un real decreto de la ley de igualdad, en vigor desde el año pasado, ya obliga a las funcionarias a prestar servicios también en los módulos de hombres ya que establece la unificación de escalas con carácter retroactivo.