La costa gallega ha sido el escenario escogido para un programa experimental en el cultivo de microalgas como fuente de energía biomasa para usos energéticos o por conversión en biocombustibles, gracias al proyecto EnerBioAlgae, coordinado por la Universidade de Vigo. Con esta iniciativa, los responsables del plan pretenden contribuir a la limpieza de las aguas degradadas en Galicia y trabajar en la obtención de biodiésel para que a largo plazo pueda convertirse en fuente de combustible alternativa a las convencionales.

El proyecto, según explica su coordinador, Jesús Torres, se encuentra en su primera fase, la que corresponde a la búsqueda de las fuentes de agua degradadas y la identificación de las cepas de algas más adecuadas para la generación energética. "Este primer paso supone un avance muy importante y el resto depende de la inversión", asegura.

La Unión Europea financia este programa de dos años de duración con 60.000 euros, a los que se les unirán las cantidades que aporten las administraciones participantes, es decir, las universidades de Vigo, Almería, Aveiro (Portugal) y Pau e Paus l´ Adour (Francia), además del Instituto Enerxético de Galicia (Inega).

Torres confía en que la primera fase del plan esté terminada en tres meses, para poder comenzar el desarrollo de la parte tecnológica, mediante "la monotorización de los cultivos a través de aplicaciones informáticas con algoritmos". En esta etapa intervendrán sobre todo, según confirma el científico, los ocho investigadores del departamento de Física Aplicada de la universidad gallega, mientras que los colaboradores franceses y portugueses se ocuparán de los trabajos para la obtención de biodiésel.

Por otra parte, Jesús Torres calcula que en dos semanas cuenten en sus laboratorios con un fotobiorreactor con el que "controlar los cultivos de algas y conseguir que crezcan a su máximo rendimiento". La elección de Galicia como lugar de la ubicación de las plantas de biorreactores se debe a "los problemas con la calidad ambiental de aguas que sufre la red hidrológica gallega", aclara el experto, quien añade que existe riesgo de que cualquier vertido procedente de zonas agrícolas, industriales o urbanas se expanda debido a las características de la costa gallega.

Según el responsable de EnerBioAlgae, si se cumplen los plazos previstos del proyecto, a finales de este año se montará la primera planta en la autonomía como experimento para determinar su "productividad". De esta forma, los participantes en esta iniciativa pretenden asentar las bases para que la administración competente cree "una planta de depuración de aguas degradadas con este método, además de la fabricación de biomasa a través del cultivo de microalgas", asegura Jesús Torres. Para el jefe de la unidad de Planificación Energética del Inega, Manuel Izquierdo, en caso de que se demuestre que el estudio es viable, "estaríamos ante una nueva fuente de energías renovables bastante interesante a largo plazo".

Tanto Torres como Izquierdo coinciden en que EnerBioAlgae garantiza la producción de biomasa a partir de microalgas y la depuración de aguas urbanas, aunque no está claro que se consiga un biodiésel barato. El investigador de la Universidade de Vigo matiza que la tecnología no es cara pero se necesita "mucha superficie y mucho volumen de agua" para desarrollar el plan a mayor escala.