"Nosotros no mezclamos la basura". Celta Prix, la empresa gallega que se encarga del transporte de residuos en Agolada y Silleda, dos de los ayuntamientos denunciados por la policía autonómica por un presunto fraude en la recogida selectiva de los desechos, niega que intencionadamente y con un interés económico envíen a Sogama basura no apta para el reciclaje en el contenedor amarillo -el que corresponde a los plásticos que sí se pueden reutilizar-. Esta compañía responsabiliza además a los ciudadanos de que los residuos terminen mezclándose de forma indebida.

Los municipios pagan 55 euros al complejo medioambiental de Cerceda por cada tonelada de Residuos Sólidos Urbanos, que incluye la materia orgánica y otros desperdicios que no son reciclables y tienen que ser incinerados, la llamada bolsa negra. Por el contrario, Sogama les paga a ellos por los desechos reciclables como plástico y cartón, razón que justificaría, según la Xunta, el presunto fraude.

Celta Prix, a través de su portavoz Ramón Limia, explica que tres veces al año Sogama los somete a una auditoría para comprobar la calidad de los residuos que le envían dentro del contenedor amarillo. Según admite, el 46% de la basura que recogen son "impropios", es decir, desechos que no deberían ir clasificados como plásticos reciclables. Limia, sin embargo, niega que exista un fraude y responsabiliza a los ciudadanos por tirar en el recipiente amarillo la basura que debería depositarse en el verde, de residuos sólidos urbanos, y que termina en la incineradora. "La gente incluso le rompe la tapa a los contenedores destinados al plástico, con una boca más pequeña, para que les quepa la bolsa negra", lamenta.

La Consellería de Medio Ambiente aclaró ayer que el expediente informativo por un presunto fraude en la recogida de selectiva se ha abierto a los cuatro concellos denunciados por la Policía autonómica (Agolada, Silleda, Marín y Cee), aunque añadió que se investiga de forma subsidiaria a las empresas. Según este departamento, el hecho de que los ciudadanos mezclen la basura no exime de responsabilidad al ayuntamiento, que debe asegurarse de que los residuos aptos para el reciclaje lleguen correctamente separados a la planta de Sogama.

Medio Ambiente cree que los municipios, cuando transportan la basura hasta las plantas de transferencia de Sogama, envían residuos procedentes de la bolsa negra en los camiones destinados al plástico para pagar así menos al complejo medioambiental de Cerceda. En el caso de las cantidades que Sogama les paga por la entrega de plásticos y cartones no siempre son los concellos los que ingresan el dinero. Según explica Ramón Limia, algunos municipios ceden esa facturación a las empresas que les hacen la recogida y el transporte de residuos. Es el caso de Celta Prix que en Silleda cobra una media de 3.000 euros por los plásticos y envases que envía a Sogama y aproximadamente unos 1.000 euros en Agolada.

"Por unos euros más o menos a mí no me compensa hacer una bolsa más grande", explica el responsable de esta empresa, quien asegura que no fue informado por el Gobierno autonómico de que existía una investigación abierta por presunto fraude. "Lo único que sabíamos es que la Policía autonómica estaba investigando", aclara. Tras destaparse el caso, el Concello de Silleda también anunció que abriría pesquisas al respecto, actuación que también ignoraba Ramón Limia.