-A raíz de la oleada de incendios de la última semana le han llovido críticas de sindicatos y oposición. ¿Está satisfecho de cómo ha funcionado el dispositivo? ¿Podría haberse mejorado la gestión?

-Los servicios han trabajado fabulosamente. Estoy muy satisfecho. Esto es una carrera muy desigual, unos prendiendo y otros apagando. Me parece injusto que hay quien tiene solo reproches para el que apaga y no para el que prende.

-Aunque no es habitual que haya tantos incendios en el mes de octubre, ya desde el mes de septiembre se mantenía un tiempo seco y cálido. ¿Por qué no prolongaron el dispositivo de verano de alto riesgo de incendios?

-De hecho, se alargó. El dispositivo se despliega y se repliega gradualmente. A mediados de septiembre se hizo una primera reducción de aproximadamente un tercio de los contratados. Y después había unos escalones previstos que ya no se ejecutaron. Cuando se vio que el tiempo no cambiaba de cara a octubre, se dejó de desmovilizar a gente.

-Pero aún así el dispositivo no está al cien por cien, ¿no deberían haberlo mantenido?

-Para eso necesitaríamos una bola de cristal. Los fuegos de octubre no se justifican por el tiempo. Lo normal es que hubiéramos seguido con los niveles de incendios de septiembre. No es un problema meteorológico. Hay una actividad incendiaria fuera de lo normal para octubre y para cualquier época del año. Y eso es imprevisible.

-¿Y a qué atribuye esta elevada intencionalidad en octubre?

- Honestamente, no lo sé.No me gusta hacer conjeturas pero se produce siempre un pico de fuegos cuando cae la noche y hay varios puntos de inicio. Da la impresión de que hay interés en hacer daño porque son sitios con mucho peligro, en un momento en que el fuego se propaga muy rápido. Y luego hay un detalle que no deja de ser curioso que es la concentración en determinada zonas.

-Pero este nivel de intencionalidad del que me habla ya se ha repetido en otras ocasiones...

-Sí, esto no es nuevo aquí.

-Y si el nivel de intencionalidad no es nuevo y existían unas condiciones meteorológicas adversas, ¿por qué no hubo más medios?

-No se puede en cuanto a contratación de personal improvisar de un día para otro. Como mínimo te lleva una semana reforzar un dispositivo. Lo que se hace es pedir medios adicionales al Estado. Lo que pasa es que si no paran de prenderte fuego no hay medios que lleguen. Contando el refuerzo del Estado estamos ahora con más medios que en el mes de agosto.

-Los sindicatos denunciaron que en septiembre se finiquitaron los contratos a los brigadistas que trabajan en la campaña de verano antes de tiempo...

-Siempre lo hacíamos así. Me parece una dinámica muy peligrosa el decir como que hay fuego, contrate. Hay que tener mucho cuidado de no alimentar economías de fuego o de hacer algo que sea un aliciente para que alguien prenda fuego. La relación causa efecto hay que evitarla.

-¿Se refiere a que puede haber personas que prenden fuego al monte para ser contratados en una brigada?

-En el pasado ha habido casos. No tengo constancia de que pase ahora, pero es evidente que no es una buena dinámica. Las contrataciones deben hacerse en función del riesgo no de cuánto fuego tienes.

- Si el problema es la intencionalidad, ¿está habiendo una correcta vigilancia y persecución de los incendiarios?

-Reclamé más medios y no gustó. No sabía que se hubiera aumentado o reforzado los medios que se dedican a perseguir y a detener a los incendiarios y no creo que estuviera muy equivocado.

-Hubo brigadas del Ministerio de Medio Ambiente que tuvieron que marcharse en medio de la ola de incendios porque habían finalizado su contrato. ¿Hubo falta de planificación por parte del Gobierno central?

-Pedí al ministerio que no retirase las brigadas. Nos compensaron primero enviándonos un helicóptero y un avión y días después decidieron reponer los efectivos. No tengo ninguna queja pero quizás faltó ahí un poco de agilidad para darse cuenta de que no era el momento oportuno para retirarla.

-Este año han recurrido bastante a la Unidad Militar de Emergencias (UME). ¿Se está quedando corto el dispositivo de extinción de la Xunta para apagar incendios?

-No. La UME intervino este mes en el 5% de los incendios, como mucho. Sin desmerecer al Ejército, no quiero que mi gente se sienta minusvalorada. Los incendios en Galicia principalmente los apagan las brigadas de la Xunta. La UME es un apoyo pero quien se juegan el pellejo son los brigadistas de la Xunta.

-¿Han tenido que movilizar recursos económicos extraordinarios para atajar esta ola de incendios?

-Evidentemente si tenemos un dispositivo que tenía que terminar el 30 de septiembre y se ha prolongado hasta bien entrado octubre pues supone un gasto, un coste importante y en un momento muy difícil.

-¿De cuánto?

- No menos de cinco, seis millones de euros. Hasta ahora...

-¿Y de dónde los sacarán? ¿Tendrán que quitárselos a otras partidas?

-El dinero que hay es el que hay y no tenemos una máquina de hacer billetes. Si lo gastas en una cosa no lo gastas en otra. Eso a nivel de la Xunta, no necesariamente de consellería. Las capacidades de gasto son las que son y más en estos tiempos.

-El juez acaba de eximir de responsabilidades a la Xunta en el incendio de Fornelos...

-No me gusta valorar las decisiones de los jueces. Pero me satisface que la juez haya llegado a la misma conclusión que la Xunta cuando hizo su investigación, que no había ninguna responsabilidad que achacar a las personas que estuvieron allí. Lo que no nos gusta nada es que no se hayan encontrado pruebas para incriminar a nadie por este fuego, pero eso queda dentro de la impunidad que muchas veces rodea a este tipo de delitos.

-Feijóo ha reclamado que se endurezcan las penas a los incendiarios, pero no es la primera vez que surge esta demanda. ¿Por qué cree que esta vez tendrá éxito?

-Lo trasladaremos a los grupos políticos del Congreso. Creemos que las sanciones tienen unas cuantías muy bajas, habría que actualizarlas, las penas de prisión también, habría que revisar además los agravantes que se aplican a las penas, como prender fuego en el monte en condiciones de alto riesgo. Y luego hay una cuestión que es muy útil, que se permita en más casos aplicar regímenes de libertad vigilada porque los supuestos de reincidencia son muchos y cuando una persona condenada por incendio queda en libertad sería muy importante mantenerla vigilada un tiempo con dispositivos de localización que ayudaría a evitar que siga delinquiendo.

-¿Le parece adecuado estar de vacaciones, como fue el caso de varios alcaldes ourensanos, mientras ardían sus municipios?

-Hay gente que se había ido de vacaciones antes de que hubiera incendios. Tampoco hay que hacer demagogia. Los pillan en otro sitio y no por eso se preocupan menos de sus responsabilidades.

-Pero el delegado en Ourense, Rogelio Martínez, se fue al fútbol cuando ya había incendios...

-No. Él se marchó a otra cosa a Madrid y tuvo la idea, seguramente no muy afortunada, de ir al fútbol. De todas formas, son anécdotas.