El terrorismo de baja intensidad se ha instalado en Galicia. La Fiscalía General del Estado advirtió en septiembre de que Resistencia Galega podría "cometer atentados con explosivos". Once días después estalló un artefacto en la Fundación Manuel Fraga de Vilalba (Lugo), acción que las autoridades atribuían a este grupo, que la Fiscalía considera heredero del Exército Guerrilleiro do Povo Galego Ceive, grupo terrorista de los años ochenta.

Resistencia Galega ha cometido acciones de este tipo desde el año 2005, cuando dos jornadas antes del Día de Galicia una bomba casera reventó una oficina de Caixa Galicia en Santiago. Dos jóvenes, Uxío Caamaño y Xiana Gómez, fueron detenidos y la Guardia Civil señaló como cabecilla del grupo a Antón García Matos, en busca y captura.

Desde entonces ha realizado más de cincuenta acciones similares, las últimas la colocación de un artefacto explosivo en un cajero en Bouzas, Vigo, que explosionaron los miembros del Tédax.

La Guardia Civil y la Policía les atribuyen ataques a las sedes del PP en Ordes, Nigrán y Gondomar, y del PSdeG en Betanzos, A Estrada, Salvaterra do Miño, Salceda de Caselas y Teo.

También colocaron una bomba en el año 2006 en una obra de Puentes y Calzadas en Sigüeiro, cerca de Santiago, y el año siguiente otras en urbanizaciones de Nigrán y Cangas, una constructora de Lugo, las obras del AVE, la autovía Santiago-Brión y dos cajeros de Caixanova en Vigo. Las autoridades responsabilizan al grupo del colocar artefactos en las casas del profesor universitario Roberto Blanco Valdés y del exdecano de los jueces de Santiago, Javier Míguez.

Exgrapo

Los actos atribuidos a Resistencia Galega, sin embargo, no son los únicos registrados recientemente en Galicia. Este año fue detenido también el vigués Telmo Varela Fernández, un exgrapo histórico y secretario comarcal de la Central Unitaria de Traballadores (CUT) por su implicación en los atentados reivindicados en algún caso por Resistencia Galega.

A Varela se le relacionó con ataque a a las sedes sindicales de UGT y CCOO en Vigo y O Porriño y al chalé de un concejal socialista vigués en Coruña, así como varias acciones violentas perpetradas con cócteles molotov en la provincia de Pontevedra durante el último año y medio. Junto a él fue detenido otro miembro de CUT.