El Ministerio de Fomento ha accedido a paralizar las adjudicaciones previstas en la alta velocidad ferroviaria a Galicia durante las dos próximas semanas, tal y como le estaba reclamando el PP. En el marco de las negociaciones para efectuar el traspaso de poderes, los populares demandaron al Gobierno socialista que no adjudicase ni licitase nuevos contratos mientras está en funciones, una petición que afecta sobre todo al proyecto del AVE gallego, la principal inversión en marcha del departamento que dirige José Blanco.

Todavía quedan pendientes de adjudicar 870 millones de euros así como licitar otros 1.400 millones para completar esta infraestructura. Y en estas dos próximas semanas se preveía la adjudicación de dos nuevos tramos entre Ourense y Lubián (la puerta de entrada del AVE a Galicia) por un importe de en torno a los 200 millones de euros. La decisión no ha molestado a la Xunta. Por el contrario, su presidente, Alberto Núñez Feijóo, ve "lógico" que sea el propio Mariano Rajoy cuando asuma la Presidencia del Gobierno el que finalice las adjudicaciones pendientes del AVE.

A pesar de las críticas lanzadas desde el Ejecutivo gallego sobre los retrasos que acumulan las obras de la alta velocidad y las advertencias de que sería imposible poner en funcionamiento esta línea a finales de 2015, tal y como estaba comprometido por el Ejecutivo saliente y como figura en los plazos del Pacto do Obradoiro, el titular de la Xunta considera ahora "normal" que el Gobierno en funciones paralice las adjudicaciones y licitaciones en marcha.

El ministro de Fomento, sin embargo, había mostrado su intención de seguir contratando tramos del AVE estando el Gobierno en funciones, siempre y cuando el Ejecutivo entrante estuviese de acuerdo con esta decisión. "Para nosotros no había ningún inconveniente en proseguir con las obras", aseguran fuentes de Fomento. Sin embargo, el PP les reclamó expresamente que no siguiesen adelante y ellos accedieron. "No podemos hacer otra cosa", argumentan.

Mariano Rajoy tomará posesión como presidente el 21 de diciembre. En este plazo Fomento preveía la adjudicación de dos nuevos tramos, que ahora quedarán en suspenso a expensas de lo que decida el nuevo Gobierno del PP. Fomento explica que no es solo una demora de dos semanas sino que esta decisión "acarreará retrasos en obras posteriores", puesto que se rompe un calendario previamente fijado. Aún así, el ministerio advierte de que si en enero el nuevo Ejecutivo de Rajoy retoma las adjudicaciones, el AVE podrá estar en funcionamiento a finales de 2015, tal y como estaba previsto. "Técnicamente es posible, pero tendrán que dotarlo económicamente", apuntan desde Fomento.

Feijóo insistió ayer en que el AVE gallego es "una prioridad" para el Ejecutivo de Rajoy y aclaró que "no se paralizó absolutamente nada". "Lo que está adjudicado permanece así y lo que no, se dejará en manos del siguiente Gobierno", apuntó.

De la misma manera opina el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín de Hernández, que garantizó que Galicia "tendrá AVE en el plazo más corto posible". El conselleiro recordó que el Gobierno socialista en funciones "deja todas las obras recogidas en el Pacto do Obradoiro sin pagar" pero cree que "no debe preocuparse ahora" por lo que puede hacer "y no hizo", ya que "es normal que un gobierno en funciones no adjudique obra pública". Así, recordó que en 2005 la Xunta del PP, estando en funciones, tuvo una actitud "ejemplarizante" y no adjudicó obras en carreteras, a pesar de que, a diferencia de Blanco, "no tenía ninguna imputación en el Supremo", en alusión a la causa abierta contra el todavía ministro en este tribunal en el marco de la llamada operación Campeón.